Mi madre dice que yo era más guapo que mis hijos. La suegra de una compañera afirma lo mismo de su hijo y sus nietos. ¿A alguien se le ocurriría decirle a un padre que su hijo no es una preciosidad? A los míos los veo extremadamente guapos, quienes los conocen dicen lo mismo pero ¿lo hacen por cumplir?¿estamos incapacitados los padres para ver que nuestros hijos son feos? Y ser feo no es ni más ni menos, es sin más. Pero igual que no somos capaces de verlos feos, ¿seremos capaces de culparles cuando haya un conflicto con terceras personas? Creo que no. El otro o la otra, que nunca me gustó ni me pareció suficiente para mi hijo o mi hija, será siempre el culpable de todo conflicto que surja. Supongo que es una herramienta de la naturaleza, una arruga más del instinto de supervivencia, para que la especie, el clan, perdure. Pero es posible encontrar casos en los que no hay más narices que aceptar que un bebé es feo. Yo soy el mejor ejemplo de que la sangre no basta para adulterar la realidad en esto de la belleza. No necesariamente hay que expresar ¡ pero qué feo es ! porque hay miles de formas de decir las cosas. Yo nací feo. No poco bonito. No poco agraciado, no. F E O, con todo el peso dramático que le queráis poner a esas tres letritas malditas. En el hospital valenciano en el que nací trabajaba mi tía, enfermera. Os podéis imaginar la ilusión, segundo sobrino, que va a nacer en el lugar en el que trabajas. Pues bien, eran tan horrendo, tan extremadamente feo, que mantuvo mi nacimiento en secreto. Y no le guardo rencor, porque sé que lo hizo o por mis padres, para evitarles el mal trago, o por sus compañeros, para no obligarlas a apretar los dientes, fingir una sonrisa y decir aquello de pero que cosita...Esto mismo acaba ocurriendo cuando ya eres mucho más mayor, y tu madre te sigue viendo guapo pese a que engordas, tienes entradas que parecen pistas de aterrizaje o te adornas el rostro con unas ojeras como torrijas que te golpean las rodillas cuando caminas ¿Y en el amor?¿no es nuestro amado o amada el más hermoso de todos? bueno, no siempre, dejo un chascarrillo. Ayer conocí a un hombre. Anda y ¿qué tal? Es simpático. Vaya, que es feo, ¿no? Si...
Para terminar esta frivolidad de artículo me quedo con las rimas de Fito: sé que soy mucho más guapo cuando no me siento feo...
3 comentarios:
Pues no me parece frívolo. Es más, al menos yo, descubro en el una cuestión para nada baladí en relación a la supervivencia. Hace tiempo lei a un científico de cuyo nombre no puedo acordarme que el ser humano era el único animal que hace uso de su instinto de conservación a título individual. Es decir, el Hombre mira antes por su conservación individual (hagámosla extensiva también a los hijos) que por la conservacón de la especie, en tanto en el resto de los seres vivos ocurre al revés. ¿Será este uno de los factores relevantes que nos lleven, más pronto que tarde, a nuestra extinción como especie? Y, ya entrando en consideraciones de carácter más social, ¿que nos puede traer más prosperidad, la competitividad tan cacareada por los gallos del corral neoliberalista, o la cooperación y la solidaridad en la que ya dejamos todos de creer hace tiempo? Buscad la respuesta en Operación Triunfo o en la casa del Gran Hermano.
Abrazos.
Existe pues, esa "tupida tela" en los ojos de un padre....que con un hijo guapo quitamos y con un hijo feo ponemos....bss.
Será que el amor de madre es el único o de los pocos que es "incondicional", te quiere igual si engordas, adelgazas, te cae el pelo..... sí señor, como debe ser, nos quiere por lo que somos y no por lo que aparentamos
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