Hoy empieza mi hijo, el mayor, el cole, cole, el de mayores. Así que este fin de semana ha sido el fin de semana del forro. Porque yo me pregunto ¿es normal que un niño que todavía no tiene seis años tenga 19 libros de texto? Así que su madre y yo hemos estado preparando el material escolar. Parece que el ser humano está condenado siempre a decidir entre arriba y abajo, entre izquierda y derecha, entre a y b, entre primero y segundo, entre dentro o fuera. El caso es que puestos a la tarea surgió un problema: ¿forro adhesivo o no adhesivo? No es baladí, que la cosa tiene entrañas. Yo soy más de no, mi pareja, estudiante en escuela concertada, del sí, más caro. Mis argumentos, básicos ¡¡¡¡ odiaba a los niños que llevaban los libros forrados con adhesivo !!! No, en serio, creo que un libro forrado con adhesivo está roto. Acabas de adherir el protector a la tapa, si se rompe el protector, se rompe la tapa. En cambio, si lo forras sin adhesivo, si el forro se rompe, con suerte la tapa sobrevive y basta con cambiar el forro. Además, no hay nada más triste que un libro forrado y con burbujas. Así que forramos cada uno uno a nuestro gusto, y a tenor de los resultados han terminado todos con adhesivo. Eso o que donde hay patrón no manda marinero...Me queda otra pregunta, con lo que ha evolucionado la humanidad ¿nadie ha inventado ya una máquina para forrar libros de texto?
7 de septiembre de 2010
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1 comentario:
A mi me encantaba forrar los libros. Forro no adhesivo. Ojear los libros nuevos, olerlos. Poner tu nombre con la más esmerada caligrafía. Lo que me ha escandalizado es la cantidad de libros que habéis forrado. Gimnasia y Manuales, o como se llamen ahora ¿también tiene libro?
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