29 de septiembre de 2010

EL ORDEN


Mi pareja y yo tenemos una forma distinta de entender el orden. Ella tiene su versión más estética y yo la más práctica. Ella guarda el cien por cien de los objetos. Todos, incluyendo los que no son de su competencia. Siempre que haya uno que considere en esa odiosa frase tan de madre de "que esté por medio" lo guarda. El problema es que no tiene memoria suficiente para recordar donde, y los parámetros que llevaron a su cabeza a considerarlo un lugar adecuado no se repiten y es incapaz de recordar. Así ella guarda las cosas pero luego no las encontramos. Yo, en cambio, si no tengo claro donde he de dejar algo, prefiero que esté en un lugar visible, de este modo me aseguro encontrarlo cuando lo necesite. La consecuencia es que siempre encuentro las cosas, pero no necesariamente cuando las estoy buscando, sino siempre, incluso cuando busco cualquier otra. En la combinación de ambos está el equilibro, y también el roce, claro, cuando ella se tropieza con mis cosas mientras yo busco lo que me ha escondido. Y aun así, ¡¡¡ nos queremos tanto…!

1 comentario:

Elena dijo...

¡¡que bonito...ja,ja,...y seguramente qué real!!. Yo cedo un tiempo, muchos avisos y siempre encuentro un "mañana, lo quito mañana"...pero en vez un marido normal tengo a James Bond, digo, por la peli "El mañana nunca llega"...así que hago lo que ella, tooodo a la caja y si necesita algo, pues q busque y rebusque..¡uf, por fin que descanso para mi vista! y la de los invitados a casa. Bss.