20 de febrero de 2009

VERGÜENZA


"(...) que mecanismo psicológico tan raro, y tan común, el que provoca el sentimiento de culpa y de pudor en la víctima y no en el verdugo." Esto lo escribe Millás en su novela El mundo. Él se refiere a los maltratos recibidos en un colegio franquista, pero yo lo extrapolo y sobre todo, a las violaciones. Hay que esconderlas. Que te hayan violado, seas hombre o mujer, niño o niña, además del trauma físico y psicológico, conlleva un estigma social. Ni mucho menos voy a cuestionar o censurar a las personas que han sufrido maltrato por esconderlo. Ni les invitaría tan siquiera a gritarlo a los cuatro vientos con orgullo. No se trata de eso. Se trata de la normalidad. Hay algo que hacemos mal en la sociedad cuando un niño que es violado siente vergüenza por lo que ha pasado, cargándose de culpa, sintiéndose poco menos que un apestado, como si él tuviera alguna responsabilidad con la salvajada que hayan hecho con su cuerpo y con su vida. Quizá sea una respuesta lógica de una mente que debe sufrir un crack, un antes y un después. ¿Es la pena? la que sentimos, digo, la que les invitaría también a esconderlo con ese inaceptable sentimiento de culpa. La culpa siempre es del violador, del agresor, del invasor, del hijo de puta o de la hija de puta que te destroza la vida. Cuando en una misma frase se utiliza la palabra violación y minifalda se me revuelven las tripas, porque ese tipo de vueltas, de giros, de ¡ justificaciones ! no hacen sino acrecentar el sentimiento de culpa de la víctima. Aquí el verdugo es el que tiene que sentir vergüenza, el que debe sufrir el rechazo de la sociedad, el que debe encontrar en la sombra el consuelo, y si no lo encuentra que se quede de por vida, ahí, en la oscuridad, buscándolo.

7 comentarios:

Dudu dijo...

Al hilo del artículo...te planteo un tema de reflexión y escritura... cadena perpetua ¿si o no? cumplimiento íntegro de penas ¿sí o no?

Larrey dijo...

No sé lo que dicta la ley en estos casos, pero 30 años en la cárcel a mí me parecen suficientes. La cárcel, pese a todo, no debería ser, o no sólo, un centro de internamiento, sino un centro de rehabilitación. Sí, lo sé, los reyes son los padres, pero hay que intentarlo. Y repito, 30 años son suficientes. No de condena, sino de estancia.

Elena dijo...

A mí eso de la rehabilitación....mira que entiendo que hay segundas oportunidades, pero si violan a tu hijo, de corazón, ¿le darías otra oportunidad? .... yo no. Siempre he dicho que se lo den a los padres de la víctima, veríamos entonces la otra cara de la justicia,...es un tema arduo, según estas mas o menos cerca de una víctima..

Larrey dijo...

Hay un corto brutal de Hithcok (¿Cómo coño se escribe eso?) sobre esto: una mujer violada sale del hospital con su marido. Van por la calle con el coche y elle se pone histérica al ver a un hombre, ¡ es él, es él !. El hombre, loco de ira, la emprende a golpes con el violador y acaba matándolo en un aparcamiento. Vuelven al coche y cuando todavía no ha recuperado el aliento, la mujer ve a otro hombre y grita, ¡es él, es él ! Por eso la justicia no la ejercen las víctimas, sino el Estado imparcial.

ralero dijo...

Supongo que ese calificativo de "raro" que utiliza Millás, al ir acompañado de "común", debe referirse a que es, no escaso, sino incomprensible.

Yo no lo veo así. Para mí es perfectamente comprensible y los motivos se encuentran en los "valores" que se nos inculcan en la sociedad actual. La sociedad de Operaciones Triunfo que ante todo valora el éxito que ha de venir acompañado de un número elevado de correspondientes fracasos. El que tiene éxito -exito que en la mayoría de las ocasiones no deviene del esfuerzo sino de la pura fortuna o de artimañas poco éticas- es un triunfador y el que fracasa es porque lo tienen merecido. Así, los que son vejados de algún modo son para esta sociedad y para ellos mismos unos fracasados culpables y como tales han de sentir vergüenza. Sí, muy común, pero nada raro.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Reflexiono unos segundos sobre el por que se siente verguenza a decir: me han violado ,en muchos adultos(que no todos como se esta viendo)porque la sexualidad la vivimos como parte de nuestra intimidad ,de nuestro yo,cuesta decir en voz alta que han quebrantado algo tan intimo,nuestra educación tiene mucho que ver en todo ello.
En cuanto a los niños,que quizás no tiene esa carga social ni cultural,en ellos pesa,la trasmisión que ejerce el violador ,muchas veces es continuada(profes,curas,entrenadores)el violador encubierto de amigo,trasmite que eso es algo intimo,que no hay que contar.
¿En cuantos años estará rehabilitado? probablemente nunca,su mente esta enferma,eso no lo sabe un juez,lo sabe un seguimiento médico...ya ves,Utopía total lamentablemente

Anónimo dijo...

Reflexiono unos segundos sobre el por que se siente verguenza a decir: me han violado ,en muchos adultos(que no todos como se esta viendo)porque la sexualidad la vivimos como parte de nuestra intimidad ,de nuestro yo,cuesta decir en voz alta que han quebrantado algo tan intimo,nuestra educación tiene mucho que ver en todo ello.
En cuanto a los niños,que quizás no tiene esa carga social ni cultural,en ellos pesa,la trasmisión que ejerce el violador ,muchas veces es continuada(profes,curas,entrenadores)el violador encubierto de amigo,trasmite que eso es algo intimo,que no hay que contar.
¿En cuantos años estará rehabilitado? probablemente nunca,su mente esta enferma,eso no lo sabe un juez,lo sabe un seguimiento médico...ya ves,Utopía total lamentablemente


Sañli como anonimooooo...despiste mio!!!