17 de febrero de 2009

DE IZQUIERDAS

Tuve una tremenda lucha moral contra mis propias convicciones en las últimas generales. Me debatía (como creo ya conté) entre mis principios de izquierdas (bien a la izquierda) y mi lógica vital (evitar el retorno de la que yo considero rancia derecha española). Había cuatro posibilidades: no votar a modo de rechazo a la clase política (loable pero poco práctico), hacerlo en blanco, inclinarme por el PSOE o por IU. Al final la lucha estuvo entre estas dos últimas formaciones. IU, sin ser un partido que tenga mis especiales simpatías (algunos de sus políticos sí, especialmente sí, como la alcaldesa de Córdoba) pero es a nivel teórico mi partido. Y el PSOE es el anti PP. Al final, creo que también lo conté, me incliné por el PSOE. El que tenga intención de juzgarme que se ahorre el esfuerzo, que ya somos mayorcitos; además, estoy haciéndolo yo solito. Reconozco que según dejaba la papeleta sentí que traicionaba mis principios. Todas las personas de izquierdas con las que hablaba esgrimían el mismo argumento que me había llevado a declinarme por lo práctico frente a lo ideológico, el frente común contra la derecha de la conspiración del 11m y demás mandangas familiares manifestivas. Es cierto que encontré argumentos prácticos en la primera legislatura (matrimonios, ley de memoria histórica etc) pero se agotaron, perdieron fuerza y pasaron a ser la anécdota. Y ahora resulta que este gobierno que es de izquierdas, aunque no lo parezca, se saca de la chistera algo tan de la derecha como las cuotas de inmigrantes ilegales a expulsar. ¡ El inmigrante ilegal tiene premio ! Que sí, que ahora explicarán esto, aquello, que si no hemos entendido, pero un maldito partido de izquierdas va a tratar a los inmigrantes como siempre hemos criticado que hace la derecha, con la diferencia, el miedo y la exclusión. Me siento traicionado, y no porque esperara algo mejor de este gobierno, sino porque no esperaba algo tan rastreo, esperaba que al menos que no cometiera las cuatro tropelías básicas. Me avergüenzo de que un partido así tenga en sus siglas conceptos como socialista y obrero. Seré un nostálgico, un imbécil, un desfasado, pero me esperaba otra cosa. No cuenten con mi voto, amigos, no cuenten con mi voto jamás.

3 comentarios:

Elena dijo...

Ayer cuando lo oí de refilón en la tele, me quedé atónita...¿esto es como coleccionar cromo como mi hijo?...tantos al día?,... tantos al mes?... tantos por poli?...un poco a cuadros me quedé. Espero tener mas información.

Pedro dijo...

Qué radical: "no cuenten con mi voto jamás".
Después de la primera legislatura, volver a votal al PSOE era lo normal. Lo hicieron bastante bien.
Ya se sabe que a la segunda los residentes pierden la cabeza.
Ahora han cambiado la política de "papeles para todos" por deteciones a saco. Desgracadamente van a perder un voto, el tuyo, pero ganarán muchos más.

Anónimo dijo...

Yo siempre votaré lo que más joda a la derecha. Prefiero un mal socialista al más moderado de los fachas. Por eso si hay que votar al PSOE, se vota al PSOE... En las autonómicas es otro cantar (al menos en Catalunya...)