4 de enero de 2011

NO FUMAR


Me da la impresión de que este post será más largo que práctico, pero me lo piden los pulmones...

Estoy contento. Hace un par de semanas una fumadora insensible, de esas que consideran el cigarro una prolongación de su cuerpo, de su brazo, para más señas, estuvo a punto de quemarle el ojo a mi hijo menor ¿Su delito? ser bajito y estar en una cafetería. Un manotazo certero de un padre cabreado evitó la tragedia, no así la mirada inquisitiva de la fumadora, que se vio intimidada en su libertad ¿mi delito? llevar a mi hijo a un lugar donde se fuma y quiere invitarle a un vaso de leche caliente en invierno (demagogia) mientras su hermano sale del colegio. Y estoy contento porque en ese mismo lugar, la semana que viene, mi hijo y yo entraremos sin preocupaciones porque con suerte esta señorita y tantos otros saldrán a fumarse el cigarro, o harán como en el cine, se lo fumarán antes de entrar y después de salir. Porque recuerdo que hace no tanto se podía fumar en los cines, se podía fumar en los hospitales, se podía fumar en los aviones e incluso en el trabajo, y eso cambió. Y, salvo que yo no me haya enterado, la gente siguió viajando, para tranquilidad de la industria farmaceútica la gente siguió enfermando, salvo crisis o EREs molestos siguió trabajando, la gente pese al tabaco y el emule siguió incluso yendo al cine. Y el mundo siguió. A los que dicen que no irán a los bares ahora que no se puede fumar y que eso coarta su libertad, les recuerdo que yo llevo más de 25 años yendo a bares repletos de humo, levantándome al día siguiente tosiendo como si fuera un minero de baja y valorando si lavar la ropa o directamente tirarla a la basura. Y lo he hecho sin sentir mi libertad ninguneada ni pidiendo cuentas a nadie, así que ahora me deben más de dos décadas de garitos limpios.

No deberían preocuparse tanto los fumadores, porque fumar, en definitiva, es un acto que dura unos minutos y que puede condicionarnos a todos durante horas ¿tanto cuesta esos minutos salirse a la calle? No hablo de demonizar a nadie, sino de aceptar las cosas con cierta resignación y (una vez más) empatía. Porque solo una parte determinada de adultos fuma, y esa parte representa una parte muy pequeña de la población. Son minoría condicionando a la mayoría. Nadie va a entrar en tu casa a reprocharte que fumes, simplemente te impone lo que el respeto debía haberte dictado hace mucho: no me fumes en la cara. Igual que estoy a favor de legalizar las drogas como vehículo para terminar con las mafias y el mercado paralelo, estaré en contra siempre de "drogatizar" el tabaco. Se trata de respetar los lugares comunes, porque el humo es invasivo y nocivo, y si a ti, fumador, un borracho te cantara su cantinela en la oreja te sentirías invadido, pues tu humo ha hecho durante décadas lo mismo en mis pulmones. El borracho tiene derecho a emborracharse ¿verdad? pero que le suelte el "carrascal, carrascal, que bonita serenata" a otro. Pues lo mismo te dice la ley, ahora de verdad, con tus cigarros.

Sigo pensando que no va a ser tan problemático, y aunque suene a chiste, va a traer cosas buenas, como la solidaridad en un acto tan importante para un fumador, compartir ese momento con otros en la calle, pese al frío, pese a la lluvia, tiene algo de romántico. E incluso ganaremos esa gente que aunque solo sea por esto, dejará de fumar.

También pienso que igual que en un bar no se puede poner la música a todo trapo debería habilitarse locales donde se pudiera fumar, para que ocio y tabaco sigan siendo legítimos. Lugares especiales y acondicionados. Porque la ley, en su primer paso, no funcionó, de facto todos los locales permanecieron para fumadores, por lo que no alcanzamos la libertad ansiada por los no fumadores: o bares con humo o no bares. Como siempre. Quizá pensar en discotecas con humo no sería una idea tan loca. No serían guetos, sino lugares para el respeto.

Estoy contento, no lo niego, y no veo la hora de entrar en una cafetería y poder merendar con mis hijos sin sentimiento de culpa y de mal padre. Sí, estoy contento.

13 comentarios:

Dudu dijo...

Yo también estoy contento, por lo mismo, porque podré tomarme el aperitivo los domingos con mis hijos (desde pequeños les enseño el camino correcto) y podré ir a ver los partidos del Atleti al bar sin tener que ponerme ropa vieja que volvía a casa apestando a humo.
Y también estoy contento por los camareros, que están trabajando y por fin no tendrán que estar intoxicándose del humo. Porque te imaginas que estás tus 8 ó 9 horas de oficina con un tipo delante de ti, tirándose pedos cada dos por tres.

Elena dijo...

Sí señor, yo también estoy contenta, muy contenta. En Londres ya lo hacen. Estuvimos en 2 pubs y la verdad ¡una gozada!....me entendeis, digo, por el NO HUMO. Cervecita, charlita, bla, bla,..y mi pelo olía a pelo ¡GENIAL!...pues eso, que empiecen a hacerlo los españoles, digo eso de salirse juntitos a fumar con frío o lluvia...¡que no pasa nada! y todos ganamos, más los fumadores pasivos...¡OLE OLE OLE!

MarCosB dijo...

Pues anda que yo...que llevaba mas de 20 años almorzando a las 13:00 ( por mi trabajo siempre comia fuera de lunes a viernes) para ser el primero y no dar tiempo a que llegasen el resto de los asquerosamente humeantes comensales. Así y todo ayer tarde fui al bar de debajo de mi suegra donde hacen el mejor café en kilómetros a la redonda y dije en voz alta en la barra ( habia solo una chica entradita en años y tres tipos al fondo de la barra) a John el camarero: " Mmm, esto si es vida , ahora da gusto tomarse el cafecito, huele a limpio y el aroma del café se aprecia más!" y salta la chica desde su taburete: " pues yo estoy deseando tomarme mi cortado y salir corriendo a fumar"...le vuelvo a responder ( esta es la mia, desde ahora ya puedo discutir sin tener que ponerme borde, solo ironias debidamente puntuales) "pues yo hace más de veinte años que dejé de fumar y me va muy bien"....a lo que volvió a responder la fumadora 'empiedormida' " Pues mejor para usted"...jajajaja y le vuelvo a decir " Mejor para mi ... y para los que me rodean"...jajajaaja, el acabose! pa' que fue aquello!: me miró y sus pestañas eran cuchillas afiladas y sus pupilas dos bocas de cañón de pistola...sin decir más nada, ni despedirse, apuró el cortado y salió del bar como alma que se llevó el diablo (evidentemente) jajajaja

Anónimo dijo...

Los negocios privados, como lo son los bares, restaurantes o cafeterías, son victimas del fascismo que practica este gobierno.
Fascismo, que es bien visto cuando la imposición beneficia al interesado.

Dudu dijo...

Por favor, anónimo, me gustaría que explicarás más tu comentario porque no lo acabo de entender. Además estoy seguro que no sufrirás ninguna censura del dueño y administrador de este blog.
Gracias

Larrey dijo...

Yo apostillo que a la inversa, solo es imposición cuando nos perjudica, cuando nos beneficia es una regulación lógica. Pero al anónimo le recordaría los millones de imposiciones que gobierno tras gobierno nos hemos ido comiendo: circular por la derecha, pagar impuestos, las aduanas etc, etc
Y secundo la opinión de Dudu al 100%

Anónimo dijo...

Puedo dar fe de ello; el dueño de este sitio no va a censurarme si no lo ha hecho ya (soy el único anónimo de este sitio, y si no el único, si el que le toca las pelotas periódicamente)

Seguramente coincidiremos en la necesidad de códigos que regulen la convivencia. Yo soy de la generación que recibía clase en el colegio en aulas donde el puro, la pipa o el cigarrillo acompañaban al dicente.

Recuerdo que se fumaba en los hospitales, en el metro, en los autobuses, en las casas, en los puestos de trabajo, en los platós de televisión, en el senado... El tabaco era un producto etiquetado, promocionado y vendido por el estado. Hemos pasado de una orgia cigarril, a la regulación necesaria, finalmente, a la persecución del fumador.

Existen conductas sociales, modas, costumbres, tradiciones, que una vez reguladas para proteger a quienes no las practican o comparten, requieren de una labor pedagógica si lo que se busca es su erradicación.
La prohibición de fumar en las aulas, el metro, el avión, los hospitales, el centro de trabajo etc. es irreprochable, al menos, mientras no existan hospitales para fumadores, metros, aviones o colegios optativos. Entrar o no en una cafetería es una elección. También lo es abortar, ir a los toros, hablar exclusivamente en catalán, meterse a cura, entrar a un puticlub, hacerse una liposucción, ponerse ciego a panceta, ir a una playa nudista o a un concierto de los Maiden.

No nos engañemos, aquella frase de "la anarquía es la más perfecta demostración del orden" era cierta. Entrar en un bar donde no se permite fumar, y hacerlo, es una agresión, prohibir de golpe y porrazo todos los espacios en los que se permite fumar; también.
La cuestión es, hasta donde admitimos la intromisión del estado en los asuntos individuales de forma radical y por decreto, en detrimento de la pedagogía y el consenso. Miren las cosas están muy claras; si vamos por la primera vía abramos la veda y marica el último o... tonto el que no llore:

Isabel no tiene coche ni carnet de conducir. Va en metro a su trabajo. Igualmente, ni su marido e hijos (3) también carecen de coche. ¿Por qué deben soportar el tráfico de vehículos a motor que contaminan no solo el espacio que inmediatamente los rodea, sino el de todo el planeta?

Ahora vivo en el parque Eugenia de Montijo, antes, en el paseo de las acacias. Cada dos semanas recuerdo que todo se colapsaba coincidiendo con los partidos del Atlético. A mi no me gusta el futbol.
Ni los petardos.
Ni los niños dando berridos con el beneplácito de sus papaítos (tengo dos niñas pequeñas) algunos de ellos, casualmente también voceras futboleros que me jodian la tranquilidad.
Ni pisar mierdas de perro.
Ni los toros.
Ni las verbenas, las carreras populares, las estufas de butano, las calderas de carbón, los viajes hortera de fin de semana a Londres que desparraman 10.000 litros de queroseno en la atmosfera para que unos catetos se hagan la foto en el puente, ni los móviles emitiendo radiación a mi lado, ni los periódicos de papel, ni los patos si fuese alergico a ellos etc etc etc.

Conducir por la derecha es un código regulatorio. Que te obliguen a comprarte un coche verde no. En cualquier caso aceptar la radicalidad cuando existen vias para el consenso y el acuerdo es muy peligroso. Quien gobierne la próxima vez puede que "juegue en mi equipo"

Larrey dijo...

Gracias anónimo.
Puedo puntualizar un par de cosas?
1.- No toca las pelotas quien quiere, sino quien puede.
2.- También es una elección individual matar a alguien o no.
3.- Isabel y su familia comen fruta que llegó en camiones que contaminan y fueron recolectadas por agricultores con sus contaminantes y ruidosos tractores. No pueden evitar el consumo de tráfico por muy afines que sean al transporte público.
4.- ¿Por qué asumimos como lógico que un profesor tenga que dejar de fumar y no un camarero?¿por qué nadie se rasgó las vestiduras ni habló de persecución cuando se dejó de fumar en otros espacios cerrados como aviones o cines y hacerlo ahora- con el mismo nivel cohercitivo y de imposición, por el real decreto- en los bares entonces sí, entonces el fumador español se siente ofendidísimo?
5.- Quizá si los fumadores hubieran sido más educados y cívicos con los no fumadores estas medidas no hubieran sido necesarias.
6.- Sabemos todos en qué equipo juegas.
7.- A mí tampoco me gustan los petardos que, por cierto, están regulados, así como el ruido que emiten las personas por la calle, que pueden ser multadas, válgamen el agravio impositivo, si hacen más ruido del permitido. No me gustan las aglomeraciones pero me gusta el fútbol, que es una vez a la semana, por suerte. No me gusta pisar mierdas de perro y me gustaría que aplicara la ley contra sus dueños porque, una vez más, dejar excremetos está multado, es decir, regulado.

Sigo sin entender el revuelo. La gran mayoría de la gente ve esto como un paso positivo. No pienso denunciar a nadie por verle fumar en un bar, pero le miraré con mala cara como cuando está sentado en el metro y hay un viejecito o una embarazada de pie.
Quizá la solución hubiera sido que la prohibición hubiera venido de tu equipo, así a lo mejor no te parecería tan mal.

Anónimo dijo...

Creo que el dicho es "no ofende quien quiere sino quien puede" Tocar las pelotas me temo que es bastante mas asequible para quien pretende tal fin. De todas formas, era una forma coloquial de expresar mi despreocupación sobre la censura en este lugar.


Por supuesto, matar a alguien es una elección, suicidarse es una elección, entrar a un bar donde se fuma es una elección, regentar un bar donde se fuma es una elección, no fumar es una elección.
De lo que se trata aquí es de que las elecciones de unos no se impongan sobre otros. Que yo sepa, matar a alguien suele acarrear la violación de la voluntad de la victima, pero entrar en una cafetería donde esté permitido fumar, no es algo que se le imponga a nadie.

-Isabel y su familia, pueden exigir que se prohíba el transporte privado.

Prohibir fumar en metros, autobuses, colegios, aviones, hospitales etc. es irreprochable, por esto, solo unos cuantos intolerantes fascistoides "se rasgaron las vestiduras". Repetiré una vez más: no es viable (al menos por ahora) un hospital para fumadores, un metro para fumadores etc. sí lo es un bar para fumadores y al contrario.

El fumador español, se siente "ofendidisimo" no ya porque se le haya convertido prácticamente en un proscrito. Ya he dicho en mi anterior post que hemos pasado de una cultura donde se inducía a fumar siendo el propio estado quien se encargaba de ello, a otra donde se persigue implacable al fumador. Es como si hoy animamos a la gente a comprar automóviles y mañana les prohibimos su uso. Para que hablar sobre la contradicción e incoherencia que supone no solo permitir la venta de este producto y luego restringir su consumo al domicilio privado, si no cargar un 80% del precio total en impuestos. El estado se convierte en una especie de traficante: te venden un producto "terrible" pegándote un mandoble al bolsillo, luego te obliga a esconderte apartado del mundo para consumirlo.

Sí, exactamente, muchos fumadores podrían haber sido mas educados, pero dudo que esto sea intrínseco al fumador. La educación se tiene o no se tiene. En cualquier caso por eso me he referido a la necesidad de aplicar pedagogía en detrimento del "decreto". También los dueños de los perros que cagan delante de tu portal o el mío podrían ser más educados, pero parece más sensato inculcar a esa gente la necesidad de recoger el pastel en vez de prohibir tener perro.

En definitiva, el revuelo viene sencillamente por haber aprobado una ley tan restrictiva sin haber dado apenas tiempo a que se desarrollase la anterior. Porque se ha eliminado no solo la posibilidad de elección para dueños de garitos y clientes, si no que se habiliten espacios para fumadores totalmente separados del de no fumadores.
Puedo entender, -todo sea por la convivencia armoniosa- que se endurezca la ley anterior, prohibiendo el consumo de tabaco en locales de menos de 100 metros o donde no sea posible la separación física entre clientes, pero... ¿prohibir que en una discoteca, sala de fiestas, cafetería o restaurante con capacidad de separar eficientemente los espacios pueda fumarse? Pero que coño es esto...

Y repito, yo no pretendo que tú ni nadie respire mi humo. Nadie me podría mirar "con mala cara" puesto que me considero con la suficiente capacidad de evitar molestar a los demás lo permita la ley o no. Eso sí, si nos ponemos radicales, a las demandas de Isabel le deberían seguir muchas otras. Por ejemplo que se prohíba la publicación de periódicos en papel (he leído que te gusta consumirlo) cuya elaboración requiere esquilmar bosques enteros, lo cual daña al planeta y por consiguiente a mi. Las fallas, los juguetes hechos con derivados del petróleo, los aparatos de aire acondicionado, las motos, el consumo de alimentos importados etc.

¿demagogia? No, radicalidad.

Anónimo dijo...

Lo de "mi equipo" era para hacer una analogía por aquello de que cuando en futbol pitan una falta, lo es o no dependiendo de si afecta positiva o negativamente a nuestro equipo.
Más allá de eso, me parece bastante arriesgado decir que "sabemos en que equipo juegas". Para empezar porque no juego en ningun equipo, para continuar, porque considero que unos post (4, 5 o 7) de signo discrepante no creo le den a nadie la capacidad de "identificar" el equipo de nadie -de tenerlo- con tanta contundencia. Mas bien me suena a: "si no estas conmigo estas contra mi"

Larrey dijo...

Me parece todo bien. Porque este espacio, el de los comentarios, es para que los demás pongan su opinión. La mía ya está en el post.

Larrey dijo...

Por cierto, si quieres darme opiniones más personales y extensas siempre está el correo electrónico (o un artículo que yo publicaría con sumo gusto)
eltrasterodelaimaginacion@gmail.com

Larrey dijo...

Esta sí que es una medida inteligente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/11/valencia/1294741720.html