14 de enero de 2011

MÁS POR MENOS


Los trabajadores de la Zona Franca de NISSAN se congelan el sueldo y se comprometen a trabajar más horas para salvar su trabajo y por ende a su empresa. Más que un ejemplo de solidaridad o desesperación, es la metáfora misma del capitalismo. Una vuelta más de tuerca de la globalidad opresora y la falta de dignidad de los directivos de las grandes empresas. Al final no es que se luche porque los trabajadores de los países del Tercer Mundo a los que se llevan las producciones las multinacionales tengan condiciones, sino parejas al primer mundo, sí al menos razonables. No, ahora los que se bajan los sueldos son los trabajadores del mundo avanzado. Los de base. Los de abajo. Porque los directivos siguen con sus grandes coches, con sus grandes bonus, con sus reuniones estrafalarias y exóticas, con su prebendas y sus boludeces. Va contra toda lógica. Contra la matemática misma. Contra la naturaleza: muchos para pocos. Muchos trabajadores que ganan poco reducen sus ingresos. Pocos que ganan mucho siguen igual. La multiplicación de pequeñas rebajas de muchos es equiparable a la mucha de pocos, pero al final esos pocos no es que tengan la sartén por el mango, es que son dueños de la sarten y dicen, si quieres huevos acepta sartenazo. Pues vale, aceptamos barco. Es historia de siempre, los currelas apretándose el cinturón para que los de arriba sigan respirando tranquilos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no aceptan serán sustituidos por mano de obra inmigrante. ¿Para qué irse a China si puedes importar su modelo productivo?

Pues eso, a seguir trayendo inmigrantes.
y... por supuesto: racista el que no trague.

Larrey dijo...

Por suerte, el intrusista estado español no permitiría, por muy inmigrante que sea, un salario por debajo de convenio (firmado normalmente por españoles de pura cepa)Y el convenio es infinitamente superior a lo que cobraría en la India. Así que culpar al inmigrante, desde mi punto de vista, es ser del Atleti, que siempre cree que el árbitro tiene la culpa.

Anónimo dijo...

Los convenios laborales no los pactan los gobiernos si no los trabajadores. Los derechos en ellos recogidos son directamente proporcionales a la capacidad del obrero de "imponer" sus intereses.

Si hay más mano de obra, menos capacidad de negociación por parte del obrero. Da lo mismo si la empresa se "deslocaliza" o importa masivamente mano de obra, el resultado es el mismo.

La mecánica es simple, si la oferta de mano de obra aumenta más que la demanda, es cuestión de tiempo que los convenios tiren a la baja. En primera instancia serán los estratos de trabajadores menos cualificados quienes se vean afectados: trabajadores del campo, la construcción, los servicios. Luego, la competencia se irá dejando notar en sectores industriales de mediana cualificación, finalmente en el conjunto del mercado de trabajo.

Echar la culpa a los inmigrantes, mas que ser del Atleti denota ser imbecil. Sobre todo porque deja libre de responsabilidad a quienes han diseñado este tinglado y los "candidos" que lo han consentido y justificado.

La realidad es que la globalización capitalista no es mas que el desmadre del sistema. Las empresas pueden moverse libremente allá donde las condiciones laborales sean mas permisivas con los abusos al trabajador, y ahora también importar a esos mismos trabajadores sin tener que moverse un metro.

Uno de los pilares de una sociedad desarrollada, es precisamente la vigilancia permanente para favorecer el equilibrio entre la oferta y la demanda, sobre todo, en lo que respecta al sistema laboral. ¿Es casualidad que se esté comenzando a desmontar el estado del "bienestar" justo después de haber atraído a nuestras sociedades ingentes cantidades de fuerza laboral?

Es curioso... Ni gobiernos ni grandes empresarios han querido oír hablar, jamás, de trasvasar capital de forma "solidaria" como medio de sufragar el desarrollo en los países mas pobres. El 0,7%... sigue siendo una bestialidad!! Claro, sobre todo cuando hay que explorar Marte y encontrar el boson de higgs.

¿No resulta altamente sospechoso, que en cambio esos mismos gobernantes y mercaderes se pongan tan ñoños cuando hablan de "los pobrecitos inmigrantes" para justificar que a todo el que venga se le conceda un permiso de trabajo?

A los trabajadores de esa planta - y a los de todas las demás- el año que viene les vendrán con otra rebaja. Tendrán que aceptarla, porque, de no hacerlo se quedarán en el paro igualmente, pero además, alguien (curiosamente proveniente del poder y las altas finanzas) se encargará de acusarles de "racistas", como ya ocurrió con los trabajadores de Lincolnshire en el UK.

Si el sistema Chino funciona ¿por no qué no copiarlo?