¿Los curas tienen miedo a morir? Lo pensé ayer mientras volvía de comprar el periódico. Coincidí con la salida de misa y un cura comenzó a andar tras de mí. Íbamos solos por la calle y daba la impresión de que el prelado me perseguía. Por un momento pensé que podría ser al contrario y al altas horas de una noche de truenos ¿Tendría miedo el cura? Porque un cura no es más que el comercial de la empresa más titánica y dictatorial jamás conocida, y está obligado a creer su producto, que no es otro que la vida eterna, en la que todo el que sea bueno alcanzará la gloria sin fin. Visto así morir no es más que hacer efectiva la oferta. Ascender de la división terrenal a la divina. Objetivo cumplido, por lo que entiendo que un cura no ha de tener jamás miedo a la muerte que es, en realidad, la vida futura. Claro, que si uno lo ve desde el punto de vista empresarial la cosa no tiene tan buena pinta, al final un cura se pasa la vida trabajando para un jefe de apariencia bondadosa pero bastante estricto en las formas y en los modos, pero que no deja de ser un jefe ausente, que siempre está fuera, así que la idea de morir debe de ser, multiplicado por el infinito que es la eternidad, como una reunión de calibración con un jefe titánico. Ahora entiendo que el cura haya terminado cambiándose de calle.
10 de enero de 2011
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1 comentario:
¡Buenísimo!...
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