Cuando mi pareja me regaló por sorpresa un viaje a Roma me hice la gran pregunta: ¿Iría y pagaría por entrar en el Vaticano? Digamos que tuve una pequeña lucha moral, pero no puedo, por un lado obviar la belleza aséptica (si esto es posible) de la creación humana y por otro que al viaje no iba solo. Así que encontré un camino intermedio: iría con mi camiseta favorita del trastero.
Sé que muchos dirán: este tío es tonto o es una falta de respeto, o quizá sueltes un ole tus cojones.
Reconozco que no soy de los de ir entrando en las iglesias al canto de si los curas comieran chinas del río no estarían tan gordos los tío jodíos. Pero el Vaticano es otra cosa. Entrar en una iglesia y menospreciar la creencia me parece una falta de respeto para mi madre, mi abuela, mi tía y tantas personas que creen en ese Dios que el Papa dice representar. Pero el Vaticano es algo más. Esto es una cuestión de justicia hitórica y diminuta, porque ni miles de millones de ateos entrando en sus monumentales salas con camisetas como esta compensarían siglos de atropello, asesinato, desprecio, maltrato, sexismo, violencia y pederastia. Así que, digas lo que digas, y sin intención de faltarte al respeto: ole mis cojones.
Sé que muchos dirán: este tío es tonto o es una falta de respeto, o quizá sueltes un ole tus cojones.
Reconozco que no soy de los de ir entrando en las iglesias al canto de si los curas comieran chinas del río no estarían tan gordos los tío jodíos. Pero el Vaticano es otra cosa. Entrar en una iglesia y menospreciar la creencia me parece una falta de respeto para mi madre, mi abuela, mi tía y tantas personas que creen en ese Dios que el Papa dice representar. Pero el Vaticano es algo más. Esto es una cuestión de justicia hitórica y diminuta, porque ni miles de millones de ateos entrando en sus monumentales salas con camisetas como esta compensarían siglos de atropello, asesinato, desprecio, maltrato, sexismo, violencia y pederastia. Así que, digas lo que digas, y sin intención de faltarte al respeto: ole mis cojones.
5 comentarios:
Te lo dije en privado y lo repito en público: qué pedazo de foto, ole tus cojones.
Abrazos.
Ps. Sin pagar no es fácil entrar en esa enorme caja registradora.
¡Ole tus cojones Larrey!...ja,ja,..
Vaya por delante un ole pero hay algo que no comparto contigo. Para mi el Vaticano es igual que la iglesia de mi pueblo. Se trata de los mismos ideales y el mismo "equipo directivo".
Mucha palmada en el lomo veo aquí… Voy a poner un poquito de pimienta... saco la fusta a ver si galopas amigo Larrey.
Osea, que has estado en la Ciudad Eterna y lo más interesante que tienes que contarnos es que entraste con una camiseta que ponia ATEO en el Vaticano. Por lo menos lanzarías una moneda a la Fontana de Trevi ¿no?
De todas formas lo veo innecesario el tema de la camiseta. Es como si viajas a Londres y delante de Buckingham Palace llevas una camiseta con el lema “Gibraltar español”. O que de viaje en San Francisco recorras su bahía con una camiseta que ponga “Soy heterosexual”.
Menos mal Dudu, ya era hora de una voz discordante.Yo más bien lo veo como ir al Bernabeu con la camiseta del Atleti ¿verdad?
Pues mira, los homosexuales no se metieron en mi infancia a decir como tenía que vivir la vida, y Gibraltar, la verdad, me importa menos que la segreción de baba del caracol común del Bajo Ampurdán.
En realidad la camiseta no dice soy ateo, que como otras muchas camisetas lo que intenta es decir algo de ti, y sería igual de ridículo que entrar con tu cruz de caravaca en una discoteca heavy (por poner un ejemplo) la camiseta lo que decía es "ya que tengo que pagar por entrar a ver lo que hemos pagado con el esfurzo y la muerte de nuestro antepasados me voy a permitir el lujo de poner una nota discordante" POco más, creo que el Papa todavía no se ha recuperado del susto de saber que un ateo se ha dejado sus euros para entrar en su Vaticano.
Y sobre Roma, cuando nos veamos, con una cerveza de por medio te doy más detalle.
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