¿Os acordáis de Mayra Gómez Kempt? es un clásico en mi generación. El Un, Dos, Tres un icono. Y su "y hasta aquí puedo leer" un chascarrillo universal. Es de esas frases, como "el canto de un duro", que van más allá de la vigencia de los elementos que la componen. Ni el programa está en antena ni el duro es moneda de curso legal. En cambio, ambas frases son entendibles por cualquiera. Pues recuerdo que en nuestra infancia había una versión culinaria a ese "y hasta aquí puedo leer". Ocurría, sobre todo, en los recreos, con los bocadillos y los bollos. No todos tenían, para esos minutos lúdicos, un bocado que llevarse a la boca, o no les bastaba con el suyo, así que recurrían a la coacción moral, sonrisa mediante, y al comercio internacional y universal enarbolando la bandera del "¿me das un poco?" ¿Cómo negarse? Así que surgió, para proteger a los proveedores, el MGKS (Mayra Gomez Kempt System). Era un artilugio o una estrategia para la que se requería cierta pericia. Uno no podía dar y quitar, no podías ofrecerte y negarte. Se trataba del siempre complicado equilibrio de los límites. ¿Cómo? poniendo los dedos. Cogías tu bocadillo o tu bollo, con las dos manos, sujeto fuertemente, y colocabas los pulgares justo en el punto que considerabas el límite. Ahí estaba el MGKS, el "hasta aquí puedes comer". Y aunque era arriesgado, pues dependía del hambre del solicitante, no se conocen casos de dedos amputados. Al menos que yo recuerde. El MGKS era eficaz y ¿quién sabe? tal vez exportable a otras situaciones de la vida.
28 de julio de 2010
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1 comentario:
Me ha encantado.
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