22 de julio de 2010

SANTA NÓMINA


La felicidad debe ser eso. La gran mayoría de trabajadores cuentan, no digo ya los días o las horas, sino los minutos para que el banco confirme la llegada de la nómina, la santa nómina. Después un suspiro de alivio y la calculadora, para ver si tocan langostinos o panga congelada. Son los requiebros de la microeconomía, un subidón al que le sigue la constante bajada, hasta el nuevo mes. Pues debe haber trabajadores que tardan días en confirmar que les ha llegado, porque no lo mira, porque no les interesa, porque no les preocupa. Tienen suerte. Creo que eso debe ser la felicidad.

1 comentario:

Elena dijo...

Hay meses para todo, para estar mas o menos tranquilos y otros donde ves que estás a 6 de mes y queda mucho mes aún y llevas un montón de gastos y uyuyuyuyuy...¡que pase rápido el mes por favor!...q llegue pronto el 24.