19 de noviembre de 2009

MICROS


El dictador fue enterrado bajo una enorme losa que dejó a todos contentos. A unos porque aquel majestuoso granito hacía honor al finado, y el resto porque por mucho que el dictador lograra despertarse sería incapaz de levantar semejante piedra.


Nota: cualquier parecido con el Valle de los Caídos es pura intención.

2 comentarios:

Jésvel dijo...

jeje...

Víctor dijo...

Suerte que pusiste la nota al pie del texto. Sino, y pese a publicarlo el día antes del 20-N, quizás hubiera pensado que era pura casualidad.

Un saludo con la izquierda.