Me guardé un artículo del jueves para hablar de él. Se titulaba sin leer ni escribir hasta los seis. Y, para no aburriros con mi subjetividad, os detallo las ideas que me han calado:
1.- La presión social para adelantar la enseñanza de contenidos en las escuelas cada vez es más fuerte.
2.- Según la portavoz de directores de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid (Carmen Ferrera- con más de 30 años de enseñanza a sus espaldas-) todos los aprendizajes que se fuercen van a estorbar en el futuro. En esa línea se manifiesta también una experimentada profesora, Marisa Cervigón, que se hace está pregunta: ¿cómo van a aprender a hablar si no hablan, si se pasan el día haciendo fichas"
3.- La excesiva presión sobre los niños puede socavar la confianza y se corre el riesgo de dañar el aprendizaje a largo plazo
4.- La enseñanza debe ser lúdica y contar con los intereses y la evolución de los niños.
4.- La enseñanza debe ser lúdica y contar con los intereses y la evolución de los niños.
Estas cuatro ideas condensan no solo el artículo, sino mi forma de ver este asunto. Tenemos demasiada prisa. En una reunión en la escuela entre padres de niños de tres y cinco años, varios mostraron su inquietud porque su hijo, contra la promesa de la filosofía de la escuela, acabara el curso sin poder leer algunas frases. Mi pareja y yo nos mirábamos asustados ¿con cinco años? con esa edad a mí me preocupan los valores que tenga mi hijo de respeto, de saber esperar, de quererse a sí mismo y a los que están a su lado. Si no es capaz de juntar plu con mero la verdad es que no me inquieta lo más mínimo. Prefiero un niño sano y analfabeto, transitorio y voluntario, que un cabroncete sabiondo. Creo que los primeros años de la vida son para cimentar la forma que ha de tener el niño de enfrentarse al mundo y a los demás. Respetar y hacerse respetar. No tengamos prisa porque corran, que aprendan primero a andar, después correrán tan deprisa que los perderemos de vista. Y de leer hablaremos más tarde ¿no os parece?
5 comentarios:
Amén.
Abrazos.
Completamente.
Pues sí, demasiadas prisas. Yo creo que no aprendí a multiplicar hasta 3º. Mis hijos al final de 1º ya estaban con las tablas. Ahora, en 2º, se supone que ya saben todas las tablas; pero en realidad sólo recuerdan las del 8 y el 9 y ¡lo que es peor! no han adquirido destreza para calcular sumas sencillas...
Por partes,sin prisa pero sin frenar.
No es algo anormal que un niño salga de infantil leyendo comprensivamente,nada de juntar plu con mero..lo que leen lo entienden.
Yo dentro de mi trabajo he tratado con niños que en 4 y en 5 años leen,no todos pero si muchos ,es un sistema que trabaja a partir de los centros de interés,la motivacion de ellos es increible.
Leen en el super los letreros ,en los cines ,por la calle están entusiasmados e interesados.
Hay otro sistema que conozco menos en el que en infantil no llegan a conocer todas las letras y en primero de primaria todavía queda alguna que segun ellos todavía no ha aparecido,
la diferencia entre ellos a nivel de entusiasmo por la lectura es enorme....¿cómo evolucionará eso..?puffffff ,imagino que leerán y que a los 8 años todos igualados...
El mejor sistema ,el que abre puertas a los niños para que evoñucione a su ritmo.
Besos
Antonio, tengo creado un borrador para el post de mañana, va en la línea de éste tuyo...pero con mi experiencia, la mía, la de la niña y la del niño....mañana te veo por allí..
¡que curioso tío! ¡que curioso! bss
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