22 de octubre de 2010

ORGULLOSOS

Los españoles somos de naturaleza orgullosa. Y no lo digo por algún quijote capaz de perder la vergüenza por su Dulcinea. O por exploradores e intrépidos descubridores. Ni si quiera por esa caterva de campeones que lleva por la calle de la amargura al resto de nacionalidades deportivas. No, hablo del españolito medio, el de la calle, ese tú y yo que somos cada uno. Ese tipo (o tipa) tiene una seguridad que asombra y lo demuestra en detalles nimios pero muy significativos. Mi favorito es el telefonillo: un tipo llama, pongamos, al tercero B y suena una voz al otro lado del aparato. ¿Sí? y el llamador, ni corto ni perezoso, contesta "Yo". Ole tus cojones, torero. Ni más ni menos, como mucho, tal vez un "abre soy yo" Y ya está. Con eso vale. La persona que lo escucha dice, ah, es él, entonces abro. Da igual la hora, da igual quien seas, da igual, si dices "Yo" te abren. Cuando soy yo el que pregunta me dan ganas de decir, ah, vale, genial, porque si fueras tú (es decir, yo) me preocuparía, porque los casos de ubicuidad los tratan los psicoanlistas y estos cobran una pasta. Los dos nos alegramos de que seas tú (él) y no yo quien está al otro lado. Incluso los hay que se ofenden y ni tan siquiera esperan a tus dudas para hacerlo. Llaman. Contestas con una pregunta, y a lomos de su orgullo ofendido farfullan "¿quién cojones va a ser? pues yo". Ah, vale, eres tú. Lo dicho. Puro orgullo.

2 comentarios:

Dudu dijo...

Amigo, éste debe ser el primero de varios post. Te doy el paso de los siguientes:

-Ya has vuelto de vacaciones.
-Si claro, si no no estaría otra vez en la oficina.

Otro-
-¿Estabas dormido?
-Pues sí, hasta que tu me has despertado

Jésvel dijo...

Así somos, bien es verdad... Recuerdo que yo, en cierta ocasión, llamé (sabía que mi amigo vivía en ese piso, pero no si en la letra A o en la B), llamé a voleo. Cuando contestaron dije "ya estoy aquí", entonces el otro dice "¿cómo?" y yo contesto "No eres tú". Respuesta: "sí" y abre...