La sabiduría popular reza que uno tiene que tener amigos hasta en el infierno. Yo añadiría que en momentos de crisis incluso en el cielo. Adapté este principio con un refrán de cosecha trasteril: de donde te vayas amigos haya. Con las mismas, enemigos los menos. Por puro egoísmo y lógica. Que la vida da más vueltas que una peonza pero al final todos los caminos llevan a una sala de reuniones. Y a quien hoy insultas mañana le pedirás que te firme las vacaciones. Para perpetrar esa especie de plan vital es necesario contar hasta mil (millones) y tragar saliva para que el orgullo pase, que algunas veces ganas dan de liarse la manta a la cabeza y sacar los exabruptos a escena. La realidad nos regala pequeñas cápsulas que evidencian lo que os digo. De nosotros depende entender el mensaje. Tengo una ¿os acordáis de Djukic? cualquiera entrado en la treintena y pelín futbolero recordará su mariscal figura de central elegante marrando el penalti de los penaltis y dándole un título al Barcelona que bien merecía el Depor, por aquel entonces el equipo del pueblo. Aquel penalti, muy mal tirado, se lo paró un tipo de nombre José Luis González, que, por hacer su trabajo, se ganó la injusta enemistad de media España. De esto han pasado ya casi veinte años. Ahora el yugoslavo es entrenador y desde hace unas horas tiene la difícil misión de intentar salvar del descenso al Hércules. El equipo está hecho, se encontrará con jugadores, técnicos, preparadores forzosos ¿Sabéis el nombre del preparador de porteros? Se llama José Luis y, sí, hace casi 20 años se paró uno de los penaltis más famosos de la historia del fútbol español...lo dicho, amigos hasta el infierno...
25 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Coño!!
No lo sabía. Claro que me acuerdo del penalti fallado por Djukic, y de Bebeto que se cagó en los calzones puesto que él era el encargado de tirarlos.
Mira tu, si al final el mundo es un pañuelo... lleno de mocos.
Publicar un comentario