Leí hace tiempo que iban a poner traductores en el Senado español, porque los senadores de ¿paises? como Cataluña o Galicia defendían su derecho a explicarse en su lengua materna, tan cooficial como el castellano...cooficial, que palabra más pornográfica, pareciera que el catalán le da por culo al...no quiero ser yo quien insinúe que...en fin, que me salgo de este jardín. El caso es que el primer impulso es pensar que está bien. Pero luego dices, la verdad, menudo morro, dentro del hemiciclo se gastan la pasta en traductores y en los descansos, en las charlas de pasillo, se entienden tan tranquilos sin necesidad de intermediarios subvencionados y sin batalla lingüística alguna, demostrando lo que en la calle ya sabemos: el que quiere hacerse entender lo consigue. He escuchado a algunos defender que en tu lengua materna eres capaz de enfatizar, de encontrar las palabras justas con mucha más certeza. No sé si los santos tenían razón, pero valga el refrán. Ahora ¿os habéis fijado en las traducciones simultáneas? Ya puede el orador poner todo el énfasis de la butifarra sagrada y la dorada barretina, que el operario de la escuela de idiomas le va a poner el mismo tono que un documental de la Dos, vamos, que le pone más ganas la vocecita del tomtom. Así que lo que se gana por un lado lo perdemos por otro, que el político bajará del palio convencido de su capacidad para enfatizar y el traductor seguirá limándose las uñas mientras traduce. Así que da la impresión de que esto es más de lo mismo, que los políticos con sus tonterías van por un lado y los de la calle, que les votan y tonterías las justas, van por otro. Nada nuevo bajo la urna.
1 de abril de 2011
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3 comentarios:
jejejje...pues para los que no tenemos sentimiento nacionalista en lo que dices tienes más razon que un santo...pero hay nacionalista ya te lo digo yo... imagina el gasto de duplicar todo en las dos lenguas coofidiales...en fin no diré nada más pero que las lenguas están para unir y cuando se utilizan para otra cosa mal vamos....
besos!!!
Me parece que es ganas de no arreglar nada, ... solo decir "lo mio, lo mio y lo mio"...en fin...
Es lo que hay, la vida real por un lado y los políticos haciendo el gilipollas.... ¿qué pensará el obrero al que le queda 1 mes de paro?
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