14 de abril de 2011

DORMIR

Dormir es un misterio. Me llevo mal con Morfeo. Me parece un tipo esquivo y caprichoso, ahora sí, ahora no, ahora que tú puedes a mí no me da la gana, hombre. Quizá por eso no logro entenderlo ¿En qué momento estamos dormidos? Porque yo me paso mucho tiempo en esa especie de nube previa al sueño, que sí, que me voy a dormir, que lo sé, pero que aprieto los ojos y bueno, los pensamientos danzan, que son la psicotropia previa a la pérdida de contacto en el mundo, el LSD del cerebro, se desmelena y danza por mundos de colores e ideas extrañas de las que, no lo niego, salieron muchos de los artículos que jalonan este trastero. Otros se perdieron con el apagón y aun ando buscándolos. Pero ¿en qué momento justo el cerebro dice ¡ ya !?¿hay alguna voluntariedad real en ello? Porque me cuesta dormir, y me gustaría poder decirle a mi pareja, oye, ¿tienes algo importante que decirme? es que voy a desconectar el cerebro hasta mañana...hacer click y volver a la vida con el despertador. Pero no ocurre. Algunas veces estas viendo una película y Morfeo te obliga a preguntar con las letras de crédito quien era al final el asesino, y otras estás muerto de sueño y al ponerte en horizontal sobre la cama es como si se desatara una fiesta en tu cerebro ¿Qué tiene Morfeo con las comidas copiosas? Hay ahí una relación extraña a estudiar, porque levantarse de un sofá después de una buena comida resulta altamente complejo, vas como un mendigo del ronquido buscando un segundo de sueño. Pero resulta que te pegas un homenaje a modo de cena y pum, estás tan lleno que no puedes dormir ¿qué pasa?¿Morfeo es un cachondo?¿La siesta sí la noche no? Me tiene loco, y ya es accionista mayoritario de mis ojeras como torrijas, un día de estos hace una opa hostil e instala ahí su chiringuito ¿alguien me lo puede explicar?

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