19 de enero de 2013

MÁS ALLÁ DEL ÉXODO

ESPINELA SIN ESPINAS



(o más "cornás" pega el hambre)



Triste y sola en un tejado

maullaba hambrienta a la luna

una gata que a la una

no había aún probado bocado.

¡Malhaya su gato amado!,

que con dos gatas albinas

tan promiscuas como finas,

pretendiendo un revolcón,

se había zampado el salmón

de la piel a las espinas.

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