22 de agosto de 2012

PEQUEÑOS GRANDES MOMENTOS

Me gustó el especial de El Pais de este domingo. Venía a auditar los momentos especiales de personas de trascendencia del arte como por ejemplo Iciar Bollaín, que decía que uno de los momentos más importantes del día era una buena siesta con cuckie, vamos, con polvete a lo castellano. O mi admirado Sánchez Arévalo, que destacaba ese rato de sofá y rascoteo del que hablado yo alguna vez en este rinconcito. Yo, en un ataque de soberbia, me imaginé que hubiera sido preguntado, y pensando en no caer en lo tópico, como el amor de mis hijos, un buen libro, mi pareja y el sexo y esas cosas, creo que me hubiera decantado por un momento muy especial para mí, que es una zambullida en un río de aguas cristalinas, si puede ser previo salto desde cierta altura (tampoco mucha, que no soy un intrépido). Me encanta la vida que me transmite el agua dulce, el denso fluir de su transparencia, ver las piedras posadas en el fondo, a metros de profundidad, ese momento, aunque me hace sentirme diminuto frente a la hermosa perfección de la naturaleza, me colma de una serena felicidad muy especial. Sí, esa hubiera sido mi respuesta, un baño en un río de agua cristalina ¿y la tuya?

4 comentarios:

Andoni dijo...
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Andoni dijo...
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Andoni dijo...
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Andoni dijo...

Tumbarme en el sofá a media tarde, oyendo un buen disco, mientras oigo a mi hijo pequeño roncar a mi lado y a mi mujer conversar con los dos mayores. Tampoco diría que no a un paseo en moto por la carretera de la costa, desde mi pueblo (Bermeo) hasta Mutriku, pero si tengo que elegir solo uno, me quedo con la siesta.
Y si se le añade un cubatita de un buen ron añejo, ya es la repera...
Un abrazo desde Dakar (Senegal)