7 de agosto de 2012

MÁS GALLARDÓN

Cuando Gallardón argumentó que todas las personas debían tener los mismos derechos y que por eso los bebés con malformaciones severas tenían el mismo derecho a nacer que los demás, pensé joder, que listo es este tipo. Me dejé llevar por su argumentario y me senté, despojándome de mis prejuicios para terminar de darle la razón o volver a la senda de mis principios. Bien, digamos que la vida es el primer principio que hemos de respetar. La constitución que nos ampara enarbola otros fundamentales. Por ejemplo, el derecho a la integridad moral y física. Pues no, una persona condenada a sufrir malformaciones no tiene garantizada, ni muchísimo menos, su integridad física, ya no hablemos de moral, dado su alto grado de dependencia y discapacidad. Libertad de creencia. Tampoco. Ese nivel de dependencia hará que estas personas sean en su mayoría inconscientes de su realidad y fácilmente manipulables cuando no sea así. Seguridad jurídica. Difícilmente, en este proceso del desmantelamiento de lo público, podemos garantizar a una persona sin recursos económico ecuanimidad en la justicia. Derecho a la intimidad. Una persona que probablemente no pueda vestirse, ni alimentarse sóla ¿puede defender de algún modo su intimidad? Derecho de igualdad en el acceso a la educación. Esta persona no podrá cursar sus estudios en colegios públicos ordinarios, en caso de que tuviera un nivel cognitivo mínimo para hacer viable su proceso de aprendizaje, y dependerá siempre de plazas o centros especiales. Derecho de reunión y manifestación. Una persona que no tiene la más mínima independencia de movimiento poco puede hacer por manifestarse o reunirse de manera autónoma y siempre estará sujeto al designio de segundas personas. Derecho a acceder a cargo público...¿sigo? La verdad es que no tardé en volver a mi camino y pensar que Gallardón no es más que un mea pilas reprimido que tiene la tentación de confundir, con demasiada facilidad, el Estado de Derecho con el Estado de derechas.

1 comentario:

DEIVI35 dijo...

El que era un progresista consumado, menudo hijo de puta, y que conste que no soy de insultar, pero hay cosas....