22 de septiembre de 2011

LA ESCENA

La escena es la siguiente:
La cámara se va moviendo. En esos primeros planos, donde se escucha el trajín de unas manos jugueteando con un plástico, tal vez el envoltorio de algo, se ven unos pies de mujer sobre unos zapatos de tacón alto. Parece que está sentada. El suelo es de baldosa blanca, algo sucia y desgastada. Mientras la cámara se centra en los pies, da la impresión de que se pone de pie. Prosigue el ruido y junto a los zapatos cae una caja blanca con toques rosas. A los tobillos caen también las medias color carne, que como un acordeón parecen abrazarlos. La cámara va ascendiendo por las piernas desnudas, hasta las rodillas, donde cambia de dirección pues es evidente que la mujer está sentada. Va ascendiendo por su cuerpo, la falda gris del traje arrugada con una despreocupación impropia para una mujer de su elegancia. Camisa blanca ajustada y desabotonada hasta el tercer botón. Sobre las manos se adivina, por fin, el producto que ha estado manipulando. Es un predictor. Lo introduce en la taza, entre sus piernas. La cámara asciende hasta el rostro. Está tensa, contrariada, la mirada quizá triste. Se escucha el sonido de la orina golpear el agua. La mujer saca el test y se lo coloca frente a la vista. La cámara se centra en primer plano sobre el aparato y ella, desenfocada, atrás. Después se cambia el enfoque y vemos con nitidez su rostro. La tensión es evidente. Los ojos bien abiertos. El gesto torcido. Hasta que por fin sonríe. Mucho. Mira al techo como si diera las gracias. Después de nuevo el predictor y ya ríe con estruendo. Una carcajada sonora que precede a un llanto contenido. Ahí termina la escena. Ahora queda vuestra interpretación. Mi protagonista ¿está o no está embarazada?

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