10 de septiembre de 2011

COMO ÍCARO

me miran cadavéricos tus ojos

del modo en que se mira a alguien que ha muerto e hiriéndome de un vasto desconcierto me abaten sobre un túmulo de abrojos



en él de luto ungidos mis despojos

se asfixian con el ánimo aliabierto

y en tal desolación me agito incierto

postrado sin oxígeno de hinojos



e irrumpe abrasador en mi memoria

el tiempo en que tus ojos dieron ala

al ansia por alzarme hacia tu gloria



y agudo en su fulgor fúnebre tala

mi vuelo con violencia predatoria

cegando hacia otros cielos toda escala

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