7 de septiembre de 2011

20 HORAS

Haced la prueba. De verdad, sobre todo los que seáis padres. Invitad a los amiguitos del cole a pasar la tarde en casa y encerradlos en una habitación sin psp, sin móviles, sin nintendos, sin balones, peonzas o cromos. Y digo a los compañeros del cole como a los amigos de la urba o a las compañeras de natación o el equipo de baloncesto. Una vez que los tengáis ahí, sentaditos y calladitos, despertad su interés para que no se aburran y en el camino explícadles la diferencia entre un triángulo isósceles y un escaleno, o que una conjunción copulativa no es ponerse a copular como locos. Eso mismo lo repetís el lunes, después el martes, luego el miércoles, el jueves y hasta el viernes. 20 horas, por ejemplo. Pasados unos meses yo os daré el teléfono de un par de psicólogos bastante apañaditos en esto del estrés. Porque a mí, en según que actividades, 20 horas me parece una barbaridad. Pero somos españoles, y si por algo nos caracterizamos los españoles es por la eficacia laboral. Me río yo de la eficiencia alemana, los españoles somos especialistas en trabajo eficiente, pero ¡¡¡ haciendo (de boquilla) el de otros !!! Un poquito de seriedad, y de empatía. Con eso, casi siempre, basta.

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