28 de mayo de 2012

EL PARQUE DE LAS PRESILLAS

El Bilbao ya había perdido la Copa del Rey auque el marcador dijera que quedaban 45 minutos. A mí, y a mi bicicleta, nos quedaban 14 km para regresar a casa. Los que separan Alcorcón de Carabanchel, pasando primero por el Parque de los Castillos, el de las Presillas y después el Barrio de la Fortuna. Pertrechado con mi luz trasera, mi chaleco reflectante y mi luz delantera, pedaleaba con ahínco, gestionando las marchas con cierta destreza por entre las calles alcorcoreñas. El Parque de las presillas, para quien no lo conozca, es un parque medianamente grande, sin calles, un pinar estructurado entorno a una serie de presas. Era noche cerrada, y sólo media luna ayudaba a mi luz modelo Decatlhon. La blanquecina tierra de los posibles caminos ejercía de Cicerón. Hasta que un bache lanzó por los aires la linterna. Juro que en la oscuridad la vi volar y hacerme una peineta al estilo hala, valiente, ahí tienes la aventura que buscabas, que por ocho euros que cuesto ¿qué esperabas?. El golpe en el suelo anunciaba lo peor. Recuperé el 80% de las piezas, es decir, nada, porque no pude volver a encenderla. Así que me enfrentaba en la más absoluta oscuridad a un parque por el que había pasado una única vez en mi vida. Otra opción era volver a la civilización y llamar pidiendo ayuda. Pero no, me lancé como un valiente, hasta que el primer camino me llevó contra una especie de estación eléctrica. Ups, mal vamos. Seguí pedaleando, la rueda trasera culebreaba de vez en cuando por entre la arena de los caminos que intuía. Escuché búhos, ¿búhos? Sí. Un coche, a lo lejos, estampándose contra una valla un par de veces. Llegué a una especie de caseta iluminada, con un taxi aparcado en la puerta. Y pedalee entonces con todas mis fuerzas, porque me parecía estar viviendo la primera escena de la película La Matanza de las presillas. Sentí por una segundo que tras de mí venía corriendo el taxista blandiendo su taxímetro al grito de esta carrera me la pagas. Y pedalee, y pedalee. Juro que llegué a escuchar un lobo, y toda clase de animales salvajes. Jamás me había sentido tan afín al rugir de una autopista. Y sobre todo, jamás en mi vida me había alegrado tanto de encontrar una puerta, la que me permitía salir del parque. Después, en la ciudad, aun a riesgo de ser arrollado por un coche, me sentí seguro, mucho más seguro.

4 comentarios:

Andoni dijo...

Cagon la leche, Larrey... Que no es el Bilbao!!! en Euskadi, el Bilbao es el Bilbao Athletic, que está en segunda división B y que es filial de Athletic.

En cuanto a lo de la linterna, te voy a contar algo que me pasó hace relativamente poco, trabajando en Madagascar; saliendo del barco para la calle, de noche, llevaba una de estas linternas que venden en el decathlon, que se recargan dándole a una manivelita. La salida del puerto no está iluminada, y sí llena de baches tamaño trinchera antitanques. Caminaba iluminándome con mi linternita cuando me di cuenta de que me seguían tres negros tamaño senegalés (2 metros de alto y otros tantos de ancho). De forma instintiva, apreté los gluteos, acojonado, vaya, y fui yendo hacia la puerta de salida cada vez más rápido, y ellos lo mismo, cada vez más rápido... Cuando ya estaba a punto del infarto, ví que eran tres tripulantes del barco que estaba a nuestro costado, y que iban a la calle igual que yo, ayudándose de la luz de mi linterna... A veces, vemos peligro donde no lo hay. En realidad, yo iba mucho más seguro junto a ellos, con quienes al final hice una juerga épica.

Un abrazo.

Larrey dijo...

¡ Andoni ! te echábamos de menos !

Andoni dijo...

Y si, el Athletic había perdido la copa para el minuto 20 de la primera parte... eso sí, me quedo con el buen rollo que tuvimos entre las aficiones de los dos equipos y con la gente de Madrid (los que fueron a insultarnos y a la manifestación que comentas en otro post no representan a nadie y eran tan pocos que daban más risa que miedo), con la trayectoria del Athletic durante la temporada, que por fin fue ilusionante... Está claro que nos desinflamos en las finales, y que el Barça es muy superior, pero al menos esta temporada no hemos sufrido mucho y si disfrutado un montón.

Otro abrazo ;-)

Andoni dijo...

Muchas gracias, Larrey.