16 de noviembre de 2023

 EL CONGRESO DEL CHASCARRILLO:

Ayer escuché el debate de investidura con doble cojera. Por un lado la mía, la de la izquierda, endémica y asumida, y por otro la temporal: solo aguanté los 35 minutos de regreso a casa en el coche. Me tocó la réplica de Sánchez. Estuvo ácido, incisivo, socarrón, chistoso. Vamos, creo, que al nivel del resto de intervenciones en el Congreso del Y tú más. Y yo, a un gobernante que viene de serlo, lo que le exijo (es una licencia literaria nada más...) es que rinda cuentas. Disfruta la suerte de tener su propia gestión como aval. Lo que debe hacer, primero frente a sus votantes, y después al resto, es rendir cuentas. Sacar pecho si queréis. Detallar todo lo que se ha hecho bien, como si fuera a una entrevista de trabajo y explicara las excelencias de su curriculum. Explicar, luego, por qué se han hecho cosas que no estaban previstas, su razón y su rentabilidad (colectiva, que no se olvide). Después, un poco de autocrítica, justificar por qué no se han hecho las cosas que se prometieron se iban a hacer. Y, sobre todo, y en lo personal lo más relevante, exponer de manera clara y concisa cómo va a lograr hacer, esta vez, lo que prometió en su día, a todas luces no ha cumplido, y vuelve a prometernos. Esto es lo que yo le pido a un gobernante que quiere repetir. Lo del insulto a la oposición es ejercer, innecesariamente, de oposición de la oposición, dándonos el bochornoso espectáculo de un hemiciclo que no es más que un "oposiciclo", de todos contra todos. Pero claro, yo soy un tipo que añora a Don Julio, político de otra especie, extinguida, a lo visto. Ay, madre, Anguita, como te añoramos. 

No hay comentarios: