30 de octubre de 2012

QUE PAGUEN MÁS, Y PUNTO.

Un tipo rico, un empresario rico, para ser más exactos, puede caer en la tentación de pensar que es injusto que pague más impuestos que un asalariado. Digamos que el escote matemático es tentador. Para eso las empresas americanas tienen una filosofía que, si bien es teórica, describe a las claras de que va la realidad: hay que devolverle a la sociedad parte de lo que te ha dado. Es cierto que esto es un lavado de cara, una cura de conciencia disfrazada de solidaridad con acciones que más tienen de ruido que de nueces, pero la esencia está ahí. Y es una verdad como un templo. Vivimos todos en una enredadera política y social de la cual es difícil escaparse. Si tienes más frutos que los demás no es casualidad, es porque sacas el nutriente de tu sociedad, de ese entramado en el que vives y te enriqueces. No te creas sin más el más listo, o si lo eres es porque sabes chupar del bote más que los demás. Un empresario siempre argumentará que ellos crean riqueza. Y es verdad, pero ¿qué fue antes la riqueza o la explotación? Los impuestos equitativos, el reparto de la riqueza mediante los mismos, es una forma de compensar ese injusto beneficio que tú, como tipo rico, has sacado de la sociedad común. Incluso pienso que los ricos deberían pagar más SICAVe, pero todos sabemos que no lo harán. Por eso, para otro día, dejaremos intentar explicar que un tipo rico nunca lo es impartiendo justicia a su paso. Y esa, aun siendo otra historia, no deja de ser, también, una verdad como un templo.

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