25 de julio de 2012

POLÍTICA A LA ESPAÑOLA

Cada verano tenemos un ejemplo claro de lo que es la gestión a la española. Cada período estival dejamos nuestra huella patria en los bosques en forma de rescoldos y árboles calcinados. Cada estío nos gastamos en apagar los incendios el doble de lo que nos hemos ahorrado en prevención durante el invierno. Y así funcionamos. Aquí lo de vamos a pensar como evitarlo no sirve, eso es, como correr, para cobardes. Aquí pillamos el toro por los cuernos porque tenemos más cojones que nadie. Eso de limpiar bosques, cuidarlos y demás para que llegue el verano y el riesgo de incendio sea menor, uf, si tan largo me lo fiais, yo por mil duros me ahorco y me los gasto en ca´Lucio. Y quien dice salud forestal dice salud de la infancia. En un paso más, miento, en otro tropiezo, el gobierno de esta nuestra comunidad, ha decidido quitar del calendario de vacunaciones la del neumococo. Esto supone que los padres de niños de dos meses que acudan a vacunar a su hijo han de pasar primero por la farmacia y comprar la vacuna por algo más de 72 euros. Esto, para muchos, puede no ser un gran desembolso, pero para otros estamos hablando de un escollo insalvable y quien sabe si de una quimera. Con lo que, puestos a recortar gastos, pues la vacuna del porsi antes que el filete del tengo hambre. Política española: prevención cero. En unos meses a lo mejor empiezan a caer niños enfermos, y no sólo los que no se han vacunado, sino en su entorno, generando numerosos gastos añadidos, y no sólo médicos, sino familiares, con padres que probablemente van a tener problemas en los trabajos, empresas que van a tener que sufrir la ausencia de quienes van a perder jornadas laborales por hijos innecesariamente enfermos, niños que tal vez terminen ingresando en hospitales públicos...política española. Dejamos la hojarasca en el bosque y ya nos gastaremos lo que haga falta en hidroaviones.


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