17 de diciembre de 2011

MÁS ALLÁ DEL EXÓDO

LOA AL PEPINO



“No todo va a ser follar”.

Javier Krahe



He leído en un periódico

que ha dicho un clérigo islámico

que para comer pepino,

la mujer, un nombre al lado.

Igual con la zanahoria,

calabacines y plátanos,

el nabo y la berenjenas,

puerros, pimientos, y rábanos.

Y es que teme el musulmán

que al comerlo en solitario,

libidinosa lo llegue

a imaginar como un falo,

y entregándose al placer,

algo que le está vedado,

pueda escapar de la cárcel

mental a que la han atado.

Así que, mujer, a dieta

que el goce, ha sido dictado,

es exclusivo del hombre,

nada de pajas, ¡carajo!

Mas como un menú no debe

quedarse sólo en un plato,

ahí van algunos consejos

de mi saber culinario:

Si se te abre el apetito,

jamás, mujer, le hagas asco

a comerte un buen pepino

con sal gorda o en gazpacho.

Y de segundo, pues bueno,

hace tiempo está probado

que al hombre es siempre una almeja

más sabrosa acompañado.

Y ahora un poco más en serio,

me pregunto yo hasta cuándo

tanta obscena moralina

nos mantendrá encadenados.

Sobre todo a las mujeres,

de las que machos bastardos

de cualquier credo o ninguno,

se pretenden propietarios.

Hasta cuándo hombres, mujeres,

ya solos, ya acompañados,

seguiremos reprimidos

por estultos postulados.

Así que a partir de ahora

a los clérigos ni caso

en la pitanza ni el sexo,

o no has de probar bocado.

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