8 de noviembre de 2011

ORGULLO TRASTERIL

Ahora que tenemos nuevo logo voy a decir algo que ya sabemos: estoy orgulloso de este rincón. Y estoy orgulloso porque tiene pedacitos de mi vida que salen de dentro. Hay quien dice que este no es sino mi diván de psicoanálisis, y no le falta razón. El otro día vinieron unos viejos amigos a casa. No nos vemos mucho, así que cuando lo hacemos, intentamos ponernos al día de todo lo atrasado. Estaban los pequeños por allí y en un momento dado mi hijo mayor me pidió que le enseñara a todos el Trastero y su rincón, el de las preguntas del peque. Lo reconozco, me gustó. Me gustó que supiera que el Trastero es también suyo, y que se sintiera orgulloso de su padre y de la idea de tener en un lugar común todas esas perlas divertidas, ingeniosas y maravillosamente ingenuas, que son sus preguntas, y las de su hermano, y las de sus amigos. Y allí estuvimos. Yo leía y él tenía esa sonrisa tímida de quien se siente halagado. Papá, papá- decía- lee aquella de cuando el cielo llovía o la de las gafas. Mi obra era su obra y ¿qué puede hacer más orgulloso a un padre?

2 comentarios:

Jésvel dijo...

Enhorabuena, Larrey

Elena dijo...

¡Pues claro que sí!...él sabe que nos haces partícipes de su ingenuidd, niñez, madurez...y nos reimos mucho con él...¡que no de él! ja,ja,...bss a R y a H