25 de octubre de 2011

HIPEREMPATÍA

El concepto existe, pero no estoy muy seguro de que defina lo que os voy a contar. O al menos no en esencia. Creo que mi hijo mayor tiene una capacidad excesiva para empatizar con el dolor de los demás. Os cuento el ejemplo que despertó mis alarmas. Hace unos meses me despedía de los dos en la cama y el hermano pequeño se negó a darme un beso. No le di mucho importancia, rondando los tres años estos pequeños actos de rebeldía forman parte de la formación de su "yo". Pero me di cuenta de que el mayor se ponía a llorar. Y no era un llanto dramático al más puro estilo Meryl Streep, sino un llanto vergonzoso, escondido bajo las palmas de las manos. Cuando le pregunté su respuesta fue que le daba mucha, mucha pena que su hermano no me quisiera. Traté de explicarle en lenguaje de seis años lo que había significado aquello y se durmió tranquilo. Y este fin de semana he tenido otro episodio que me ha hecho pensar. En una gasolinera vimos como venía una furgoneta grande, padre, madre e hijo, con una rueda pinchada. Mi hijo la miró, después me miró y dijo que pena, papá, tiene una rueda pinchada ¿ahora qué van a hacer? Sentí que él había hecho suya la preocupación que trasmitía el rostro del conductor. No digo que me preocupen estas cosas, porque siendo como soy puede parecer falsa modestia, pero he leído por ahí que este tipo de respuestas pueden estar relacionadas con una baja autoestima, y preocupados como estamos en este sentido, es un elemento más a controlar: la hiperempatía. Y ¿cómo se le enseña a un niño a tomar distancia sin caer en la deshumanización?¿No es confuso que los mismos padres que antes le enseñaron a preocuparse por los demás ahora le digan que las cosas no son tan importantes si no le pasan a uno mismo?¿cómo se alcanza el punto medio?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué rico. Qué buen chico

Jésvel dijo...

Te entiendo Larrey, algo así me ocurre a mí con uno de mis hijos, que ya cuenta 9 años largos...

Yo también me temo que hay baja autoestima, pero... todo el mundo parece quitarle importancia y alabar su actitud, que, en mi opinión, pasa de ser normal... para ser excesiva.

DORI dijo...

Yo lo que creo es que él es así de sensible y que es una CUALIDAD , que sí le llevará muchos disgustos pero le hará tener el corazón enorme, porque le va a querer mucha gente, y eso también sube la autoestima, tener un millón de gente a la que querer , a la que ayudar y él le hará sentir muy bien.
Dori