24 de octubre de 2011

DURMIENDO CON SU ENEMIGO

Muchas ganas tenía de ver el programa de la Sexta en la que Jordi Evole volvía al País Vasco tras el comunicado de ETA. La primera persona con la que se entrevista es con Antoni Basagoiti. Un tipo que a nivel político es mi enemigo, porque representa buena parte de las ideas contra las que lucho. En cambio, viendo la entrevista, sentí por él una afinidad inesperada. Ocurre algunas veces, una persona que está a años luz de tu ideario, de golpe, se acerca a ti y te cae simpático. Son los prejuicios, que ejercen una hipnosis lógica que sólo se vence con la empatía y la cercanía. Por eso tenemos muchos amigos que son del otro bando, sea cual fuera el uno y el otro, porque la persona, casi siempre, está por encima de las ideas, cuando la persona no quiere imponerlas. Pero claro, un desconocido, un político, no es más que el representante de una idea hasta que deja de serlo. Me gustó su cordialidad, su simpatía, que no me pareció nada impostada. Sus gestos y hasta sus palabras. Seguimos a años luz el uno del otro, por su puesto, pero estoy seguro de que si de lo visto dependiera mi opinión, me iría de cañas con él antes que con la mitad de los políticos de izquierdas que mal conozco por su actividad pública, y que deberían, en cambio, primero representarme (ja) y segundo despertar cierta simpatía (ja2)

4 comentarios:

El Capitán Eñe dijo...

Así es. Estoy contigo totalmente. Por eso opino que los políticos, tan denostados a día de hoy, son simplemente el reflejo de la sociedad. Los hay muy malos y los hay muy buenos. Y los ciudadanos somos igualmente así. Por cierto, que muchos solo piden derechos pero se olvidan de los deberes que uno debe contraer con la sociedad, el más básico pagar los impuestos que si no otro paga por ti.

Larrey dijo...

¡¡¡ el capitán Ñ, no me lo puedo creer !!!

Jésvel dijo...

Pues sí. Así son las cosas.

La verdad, a mí me tranquiliza. Pienso que no hay demonios ni ángeles, sino personas, quizás como yo, que simplemente harían las cosas distinto.

Larrey dijo...

Pues yo sí creo en demonios, en mi caso suelen llevar bigote y ser bajitos