el trastero de la imaginación

 BARRIOBAJERISMO POLÍTICO: 

No es nada nuevo. Esa figura, la del macarra del chascarrillo que ejerce de parapeto ya existía desde los tiempos del otrora socialista González (Alfonso Guerra). Por eso no me sorprende el nivel de Oscar Puente respondiendo en redes sociales a la presidenta madrileña. Lo que me sorprende es que lo haga un ministro, y por ende, sabiendo como se pone, que lo hayan elegido como tal. Me parece un error. Es bueno tener gente que baje al nivel en el que se ponen en la oposición, pero no en puestos de esa relevancia, donde la contención debe ser la norma. Hay que saber donde tiene uno los pies antes de abrir la boca. Su trabajo debe ser la dirección de un ministerio, no apoyar los codos en la barra del bar y lanzarse al exabrupto, por muy ingenioso que éste sea. Que los votantes de la derecha, si quieren, se preocupen de quienes desde la cabecera de sus instituciones están a ese nivel. Yo, como votante de izquierdas, preferiría que en los ministerios hubiera personas preocupadas por su ministerio y no por x o como quieran llamarlo ahora. Todos tenemos ganas de gritar que también nos gusta la fruta. Pero yo soy un mindundi y me lo puedo permitir. Él no debería. Para otro capítulo dejaremos la piel intermitentemente fina de quien se ríe cuando una presidenta de una comunidad llama hijo de puta al presidente de todos españoles y se rasga las vestiduras porque lo bloqueen en las redes sociales. Esa es otra historia.