¿DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE?
Un youtuber, o como se llame a quien se gane la vida con videos en la red, está pendiente de un año de cárcel por haber abofeteado a su mujer en directo. Esto me recuerda un día en el que El Hormiguero, en pleno directo y en un falso truco de magia, le cortaron la cabeza al cantante Dani Martín.
Varias cosas sobre la bofetada. Que haya terminado frente a la justicia ha dependido, y mucho, de la actitud proactiva de una parte de quienes veían ese directo. Lo cual debe congratularnos como sociedad, que ante una tropelía semejante, además de rasgarnos las vestiduras o cambiar de canal, ponemos en liza a la policía. Después parece ser que ha sido todo preparado (sin cuestionar la veracidad de este punto...) ¿Dónde está el límite? Y ahí vuelvo a la broma del Hormiguero. Aquello era un truco de magia, había cierto humor, cierta gracia, salía mal y se cortaba el programa. Quizá alguien se sintió ofendido por el susto. Soy de los que piensa que el humor no debe tener límites, pero sí filtros, el de la oportunidad. Uno tiene que saber dónde hacer una broma o qué bromas son oportunas per sé. Y hoy en día, fingir pegar a una mujer, sea donde sea, con lo que estamos trabajando para erradicar esta lacra, jamás, jamás, jamás va a tener gracia. Y sin la gracia, pues como que no hay justificación. ¿Qué sirve para subir audiencia? Pues bueno, ahí está el límite que cada uno pueda ponerle a su dignidad cuando el daño es autoinflingido y la ley cuando es otra persona quien lo sufre. Porque que ella se deje pegar no rebaja el punitivo penal del acto. De momento este tipo tiene una condena en el aire de un año de cárcel. Y ella, si estaba preparado, que se lo haga mirar. Y si no estaba preparado que su entorno se cierre a su alrededor, que estén atentos porque huele a lo que huele...
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