23 de noviembre de 2012

LA EMOCIÓN Y LAS LÁGRIMAS

Del curso en psicología garrafón en CCC sólo me queda la guitarra y la toco más bien mal. Y de fisiología sólo hice las prácticas y sigo en ello. Por eso me gustaría que alguien me contara de dónde sale la reacción física y universal de la emoción y por qué se vincula con la lágrima. Porque yo cuando siento pena no suelo llorar. Lo que me entristece me invita al recogimiento y al silencio. Lloro cuando empatizo con la pena y la angustia de los demás. O con su emoción, los aplausos, por ejemplo, me erizan la piel. Desde que soy padre el sufrimiento de un padre frente a su hijo me anuda la garganta y desata el lacrimal. Recuerdo una noche, con mi hijo dormido y sólo en el salón viendo The road, casi sin poder tragar y con las mejillas hechas surcos salados. Y no hace falta que sea un sufrimiento explícito o implícito, ni real o actual, de ahí que me desconcierte un poco. Ayer, sin ir más lejos. Odio los programas de talento, desde Operación Truño hasta La coz y pasando por tantos como hayan parido las señoras catódicas estos años. En cambio ayer me llegó un link de Factor X, en Estados Unidos y me dejé llevar. Lo vi y lloré. Sí, pero no una lagrimita de esas que te cae así como despistada y que siempre puedes disimular con una maldita pestaña que se me ha metido, oye, y que no me la saco. No, no, un torrente desatado de esos que te obliga a usar las mangas para que las gotas no te destrocen el teclado. No sé deciros si fue la historia del protagonista, la emoción de su madre adoptiva, la canción elegida o que encima, el muy hijo de puta, la cantara con un sentimiento y una calidad sorprendentes. Y no digo más. No importa si te emocionas o no lloras como yo, ahí os dejo el link, que vuestro lacrimal dicte sentencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fuertes empezamos el día Larrey...impresionante...a mí también se me ha escapado la lagrimilla ante el esfuerzo de superación ante las adversidades...olvidémonos de tanta tontería y tomemos nota del claro ejemplo a seguir.