25 de abril de 2012

CAZAR

Creo que cazar es un instinto. Pero como muchos otros lo tamizamos con la inteligencia que nos diferencia del resto de los seres vivos. También es verdad que esa misma inteligencia viene con el regalo de unas aristas de ponzoña que no son propias de otras especies. Así somos, y que me corrijan si me equivoco, el único animal que hace daño a otro por el simple hecho de verlo sufrir. Los depredadores aniquilan a su futuro alimento a la mayor velocidad y con el menor sufrimiento posible, siempre. El ser humano no. Es más, el ser humano es capaz de matar sin tener el alimento como objetivo. De ahí que recele de cualquier argumento que ponga el instinto para defender la caza. Y entiendo como caza lo que un labrador hace saliendo con una escopeta y su perro y que después termina en la cazuela de la señora María. Lo demás es un divertimento, más o menos natural, más o menos prisionero, más o menos cruel. Y después está lo que hace el Rey y los que como él tienen en la caza un mero divertimento, un lujo y un snobismo más, un colmillo con el que alimentar su arrogancia humana. Sería incapaz de apuntar a un animal con un arma y disparar. Pero también soy carnívoro, con lo que soy consciente de que alguien tiene que hacerlo por mi. Así que sin gustarme la caza ¿qué puedo decir...?

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