1 de septiembre de 2012

MÁS ALLÁ DEL ÉXODO

¿EVASIÓN?



Ingiere con fruición la población

civil morbonarcóticos sintéticos

a base de osamentas calcinadas

y de este modo olvida el hombre el hambre, olvida

su vida miserable, la vida miserable de los otros

y, en su encefalograma plano, olvida

los nombres de los perros que lo acosan

y se siente feliz, se siente a salvo

del horno crematorio, de la hoguera

donde, a 800º sobre 0,

arden los huesos tiernos de un futuro

que fue por el pasado secuestrado.

Efectos secundarios: no hay escape;

brotan de las cenizas

jaulas sin corazón, inexpugnables.

1 comentario:

Dafne dijo...

Genial!!!
Por orden del ministerio del interior estamos narcotizados de información policial de un terrible suceso..ante el cual todas las demás miserias que no son pocas...quedan minimizadas.