4 de octubre de 2022

 Y QUE NO LO ENTIENDO: 


El supremo ha rebajado la condena a un hombre que degolló a su pareja tras asestarle más de ochenta puñaladas delante de sus hijas, a las que abandonó junto al cadáver de su madre. Y la rebaja, que pasa de los 37 a los 29 años, mayor a la suma de la edad de sus hijas cuando asesinó a su madre, se produce porque éstas, según el juez, no tienen un certificado médico que acredite las lesiones psíquicas sufridas por presenciar la brutal muerte de su madre y quedarse junto al cuerpo sin vida hasta que fueron rescatadas. Que ni quito ni pongo rey, entendiendo corona como más o menos años, que tanto 29 como 37 me parecen razonables, sino que reflexiono sobre el hecho de la rebaja y que se trata de una mujer muerta, de hijas huérfanas, de un asesino hombre, de un hilar fino, fino, muy fino por parte de la judicatura... No creo en las casualidades. Perdonadme la cojera. Pero esto huele a lo que huele. Mal, sobre todo mal, muy mal. Que supongo que ser más papista que el papa a más de uno se la pone dura, pero yo con estos machirulos ultranormalistas con el mazo me acuerdo casi siempre de la madre del topo...y si necesita de un certificado médico para entender el sufrimiento, de por vida, de esas criaturas, es que quien necesita un certificado médico es él, o quien dicta las leyes. O ambos, que suelen ser del mismo palo. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Larrey!!!

Has vuelto!!!
Que bien! bienvenido!
Te tenia en favoritos, y hacía mucho que no abría el blog pensando que ya no te leería mas... hoy se me ocurre pinchar en tu enlace et voila!
Tengo mucho que leer para ponerme al día!

CARPE_DIEM

Larrey dijo...

muchas gracias ¡¡¡¡