24 de octubre de 2022

 TRIS TRAS:

Veo los movimientos en los banquillos de los gobiernos ajenos con una voluntaria distancia. Como el que acude a un estadio sin ser de ninguno de los dos equipos, pierda quien pierda, terminas disfrutando. No me ha ocurrido lo mismo con el primer ministro más breve de la historia de la Gran Bretaña, si descartamos uno que murió por tuberculosis. Hablo de Liz Truss, la efímera. Y no es que me uniera vinculación anímica, ideológica, personal o incluso biológica con una tipa que ni me iba ni me venía antes de llegar al gobierno y que después siguió en la misma línea. Son los motivos. Ha decidido abandonar porque su buque insignia, la reforma fiscal, casi genera un mini crack del 27 a la inglesa. Han estado a punto de salir los muy ricos con sus caballos a tratar de cortarle la cabeza a Liz con sus palos de polo. Mejor suerte hubieran tenido que los ricos en Madrid, hace no tanto, buscando en google que era una cacerola, al menos ellos sabrían donde guardaban el "arma". El caso es que haya tenido que salir por patas una política cuya única osadía ha sido mencionar, solo mencionar, la idea de bajarles los impuestos a los ricos, me parece, desde mi cojera de pie izquierdo, una funesta noticia. No sé con que hemos topado, amigo Sancho, pero molinos no son...y topamos, y topamos, y topamos...

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