4 de marzo de 2013

KARIM

Imaginad. Benzemá aparece borracho en un video. Todo el mundo puede apreciar como bebe y bebe hasta perder el concimiento. En el camino se pone pesado con un par de chicas, medio discute con el camarero y con otros clientes del local y termina vomitando y llorando y no siempre por ese mismo orden. No me imagino al dia siguiente un comunicado de Alcohólicos Anónimos reprendiendo la actitud del deportista, ni exigiendo una pena más dura por ser quien es. Pues lo mismo pienso yo de lo que han comentado desde la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico. Este niñato no es un ejemplo. Si nosotros, como padres, dejamos que tipos que con 20 años son multimillonarios y famosos, sean los referentes de nuestros hijos no podemos culparles a ellos, el problema es nuestro. Karim, por ser quien es, ni es más ni es menos que el hijo del fontanero, tu vecino del quinto, el primo de tu amigo o yo. Y ante la ley, menos. Ni más. Aunque sabemos de donde suele cojear la justicia en este país, me gusta pensar que no hay que hacer escarnio, que basta con ejecutar la ley tal y como está escrita. Y sí, lo sabemos, no siempre es así y tenemos Farruquitos y Canos para saberlo. Ahora, también es verdad que las penas económicas buscan, por un lado, que duela a quien ha cometido el delito y se lo piense la próxima vez, y servir de freno a quien pensara delinquir. Y por eso no es lo mismo que tu vecino del quinto o el primo del que hemos hablado tenga que pagar los 2.000 euros de una multa de tráfico que Karim. Ahí sí que la ley debería discernir y atacar los bolsillos en función de su tamaño. Si ganas tanto, multa de tanto, para que nos duela a todos por igual. Incluso, aprovechando su condición de celebridad y ahí sí, para que devuelva a la sociedad parte de lo que ésta le ha dado, cambiar esos euros por horas de trabajo para la comunidad. Yo pagaría por ver a Karim en el centro de Paraplégicos de Toledo ayudando a jóvenes que han tenido un accidente a volver a caminar. Claro, que esa idea sería buena para muchos otros, que sin llamarse Karin, ni ser un famoso deportista, van por la carretera emulando a Fernando Alonso en sus mejores tiempos. Es cierto que Benzemá, como todos los jugadores de los grandes clubs, se deben a quien les paga, un club del que son bandera e imagen, por tanto si Florentino le metiera una multa histórica a este descebrado, me parecía lo lógico. Pero ese ya no es nuestro problema.  

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