LA EDAD LEGAL

El crimen del Salobral no solo ha destapado las miserias del ser humano, sino la cojera de nuestro sistema, judicial y policial. Hay preguntas cuya respuesta no gustarán a nadie. Por ejemplo ¿cómo es posible que una persona de manifiesto desequilibrio mental tenga acceso a armas? Y parece ser que no estamos hablando de armas de caza, salvo que consideremos como posible cazado un ser humano. Eran armas de guerra. Y es verdad que quien tiene voluntad de matar y dos manitas, encontrará el modo, pero vamos a intentar ponérselo un poquito difícil. Por otro lado, la niña, la pobre niña. En España hemos funcionado siempre a trompicones, y la legislación se articula por unidades estanco, como si fuera la bodega de un barco. Hace años la educación obligatoria llegaba a los catorce, en cambio, la edad legal para poder trabajar era de 16 años. Ese limbo representaba la metáfora legislativa de España. Una metáfora, que como una rémora patria, arrastramos a poco que se rasque con cierta perspectiva. Una niña de 13 años puede tener sexo consentido con un adulto tratándose, por tanto, del derecho de un adulto a elegir la persona con la que quiere compartir su deseo. Pero, en cambio, no puede ni conducir un coche, ni decidir sobre su dinero, ni comprar alcohol, ni un mísero paquete de tabaco ¿Por qué?¿Es más peligroso un Malboro que un machista? Y puede que en otros puntos de mi discurso haya defendido siempre la libertad como paradigma del ser humano, pero creo que tratándose de niños el exceso de celo puede salvar vidas. Si ponemos trabajas a una relación sana entre un adulto y una niña para salvar a doce pequeñas de las garras de los hijos de puta ¿no es un buen negocio? Y sobre todo escuchar, estar alerta, atentos, creer a los padres y tener mecanismos ágiles. Y compartir recursos entre las administraciones, la filosofía BuscarV, narices. Si es blanco y en botella casi seguro que es leche. Si un tipo acosa a una niña y tiene armas ¿no sería bueno que un Guardia Civil las incautara preventivamente y se le retirara la licencia? Por poner un ejemplo. Asumo siempre que desde la poltrona de mi blog es fácil criticar y no ofrecer alternativas  plausibles, pero es lo que hay, y no me cansaré de quejarme. Y si hay niños de por medio, hasta el agotamiento.