No voy a decir que con la detención de Nacho Vidal cae un héroe de nuestra infancia porque nosotros hemos sido de otra época, más de Rocco. Pero es cierto que me impactó saber que estaba metido en una trama de blanqueo de dinero. Claro, que él es un ente privado y al fin y al cabo la carne que ha puesto en el asador es la suya, y el que esté pensando en longaniza que revise su videoclub. Porque luego hay policías, guardias civiles y hasta un concejal de seguridad ciudadana (socialista). Que manda narices que sea precisamente eso, de seguridad, el concejal que termine encarcelado. Así lo veo yo, Nacho Vidal puede meter su polla donde quiera, total, si no le cabía en un vaso de tubo normal que ande buscando moradas alternativas. Pero un concejal, y de seguridad ¡ciudadana!...pues que nos retrata, una vez más. Aquí el que no pringa es por que es un pringao. Y empiezo a creer a las personas que dicen que ningún político llega a la política con vocación de servicio. Voy a dar por buena la teoría de que llega el mal gestor y el ladrón que no encuentra hueco en la empresa privada, porque a la postre son más rigurosos con los controles o por aquí allí las revisiones de resultados son anuales y no se pueden edulcorar en campañas electorales. Todavia muchos políticos se rasgan las vestiduras ante los ciudadanos encolerizados que tienen que ser parados en las puertas del Congreso. Yo, lo que no entiendo es como la policía no les ayuda a pasar. Esta casta política merece un azote, un mamporro. Y uno de verdad, no el que cíclicamente damos, y en mitades, en las elecciones. Uno que siente precente y que enseñe a los futuros políticos como nos las gastamos. Y mira, puestos a utilizar recursos patrios, Nacho Vidal podría ser una buena herramienta para liarse a mamporros ¿no te parece? Ahora mismo, eso sí, no puedo evitar pensar en la cárcel en la que pueden terminar sus 25cm y en los pocos jabones que van a carse por los suelos en las duchas.
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