Si tuviera que pagarle derechos de autor a Tijeritas no me iba a quedar más remedio que meter publicidad en el Trastero o pluriemplearme. El afán de protagonismo del presidente en este espacio es de agradecer. Ahora ha dicho que España no necesita un rescate…de momento. Ese “de momento”, viniendo del máximo responsable de los designios patrios, es un galleguismo ultrajante. Ese si, pero no, no pero sí, en un presidente de gobierno no me digáis que no es preocupante. Os pongo un ejemplo de como lo veo yo. Imaginad a un enamorado que después de mucho buscar logra encontrar ese piso que puede ser su futuro nidito de amor. Pese a lo que siente, tiene algo de miedo de ir muy por delante de su pareja, así que antes de presentarle la idea le hace una sencilla pregunta: ¿tú me quieres, cariño? A lo que la interfecta contestaría con una rajoniano: sí, en este momento. Ese “en este momento” sería un demoledor hachazo en la línea de flotación de la autoestima enamorada, porque decidme, de verdad, con sinceridad ¿no es para que el pobrecillo mandara los planos y los números de la hipoteca a tomar Fanta? Y en el fondo es lo que me pide el cuerpo, que mandáramos a tomar Fanta a Rajoy y que detrás arrastrase a todos sus colegas, a los de la diestra y a los de la fenestra. Que me da lo mismo que lo mismo me da, emulando a nuestro inagotablemente indeciso presidente. Lo que ocurre es que, como casi siempre, media España anda enamorada, mientras la otra se resigna tirándose de los pelos…¿de momento?
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