LAS BOLSAS:
Me he encantado escuchar a un periodista, perdonad que no recuerde su nombre, es un tipo bastante ingenioso que los viernes reflexiona en La Ser sobre como han sacado a la luz los medios las distintas noticias de la semana. En esta ha tocado el tema de las bolsas con dinero que se supone entraron en la sede del partido socialista. Este periodista hace un sencillo análisis del peso y espacio que suponen unos cien mil euros, que ya es una cantidad de dinero muy, muy, relevante. Pues no llega a los dos kilos y podría ocultarse, sin demasiados problemas, en una riñonera de tamaño medio grande. Es decir, un tipo cometiendo un delito, el de llevar dinero ilícito a una sede de un partido, pudiendo hacerlo en la intimidad, decide, sin razón alguna, llevar bolsas de deporte a la vista de cualquiera. Este periodista zanjaba: o llevaban los miles de euros en monedas de dos céntimos, que no dejaría de tener su gracia, vale, acepto la mordida pero te vas a cagar contando, o no tiene sentido. Y yo añado que el cine y la televisión han calado mucho en nuestro universo colectivo. Entonces, cuando uno quiere crear una verdad, se deja llevar por lo que ha visto a la hora de imaginarlo. ¿Cómo puede decir alguien que ha visto entrar dinero ilícito en un lugar? Pues imaginando a esos ladrones saliendo de un banco con bolsas de deporte negras llenas de billetes. O a los mafiosos entregando el pago del alijo de droga. Así de simple. Falta por ver si eran Berlín y Tokio los que entraron en la sede con las bolsas. La verdad casi siempre va por delante.
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