19 de diciembre de 2012

¡ A LAS ARMAS !

Los de la asociación del rifle dicen que el problema de las matanzas, una moda siniestra que espero los yankis no exporten con la misma eficiencia que la comida basura o la Coca-Cola, se solucionaría con más armas. Es un principio universal: cuando te está comiendo la mierda lo que uno necesita es más mierda. A poco que les dejen estos hijos de Billy el Niño (y una prostituta del Condado de Clay) van a solicitar que se inlcuya en la capacitación de los maestros el manejo de los fusiles de asalto. Coño, tanta matemática y tanta matemática ¡¡¡más percutor y menos álgebra!!! Cuanto daño ha hecho en el imaginario colectivo de media América el cine del Oeste, donde el bueno era el bueno y siempre disparaba mejor que el malo. A todas horas se esgrime el mismo argumento y es que las armas no se disparan solas. Y es verdad, hace falta un descerebrado que apriete el gatillo. Así que se me ha ocurrido una solución para este dilema. Ya que las armas son intocables, pues al que compre una que se le corten los dedos. Muerto el índice se acabó la rabia. Porque me da que convencer a quien madruga un domingo para enseñarle a su hijo de cuatro años a disparar con una metralleta de que las armas son un peligro, y no ya que las carga el diablo, sino personas como James Holmes, Cho Seugh-Hui o Adam Lanza, es una tarea que ni el mismísimo fantasma de Charlton Heston iba a lograr. El problema, en esencia, por contra a las drogas, por ejemplo, es que las armas disparan para fuera. Porque si dispararan al que aprieta el gatillo y éste fuera adulto, qué queréis que os diga, yo no estaría escribiendo este artículo.

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