11 de noviembre de 2025

 GRAN TRABAJO, MAJESTAD: 

No me queda otra que admitirlo. Tengo que agradecerle al otrora majestad, ahora emérito, su gran labor por la causa. Admiro mucho su tesón. No su capacidad para seducir a mujeres más jóvenes, ni tan siquiera la de matar moscas a cañonazos, y quien dice moscas, dice elefantes, herm...en fin. No, me refiero a que es, sin duda, una de las personas públicas que más ha hecho desde que Paquito Rana se pusiera en plan Napoleónico por la llegada de la tan ansiada, al menos por mi, Tercera República. Su capacidad para desprestigiar la institución no tiene parangón en la historia. Y mira que ha habido colegas de profesión empeñados en ello. Pues creo que él los supera a todos. Su biografía, que tendrá de auto lo que yo de transformer, no es más que otro peldaño en esa escalda. Lástima que el español medio sea tan malo en leer entre líneas, carajo...Os dejo una única perlita: se me atribuyen media docena de infidelidades de las cuales la mayoría son mentira. Ole, ole y ole. Estoy seguro de que eso se puede aplicar a todas las tropelías que se le presuponen: la mayoría son mentira. Pues centrémonos en las que no lo son ¡carajo (II)!

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