PUESTOS A SOÑAR...:
Un jugador de fútbol, después de un lance natural del propio partido, decide mofarse del aspecto físico de un contrario (labio leporino).
Eso me recuerda una historia. Cuando yo era muy joven caminaba por la calle, una zona de mi barrio donde los coches debían ir a 50. Pasó un loco a toda velocidad, sorteando coches, pitando, derrapando. Lo vi alejarse y pensé ¡ojala y te estampes! Diez segundos después escuchamos (iba con mi hermana) un frenazo y después un golpe tremendo. Caminamos durante diez minutos con una sonrisa de oreja a oreja barruntando lo que nos íbamos a encontrar: el susodicho había estampado su vehículo contra una farola.
Pues eso pienso, ahí te estampes (al jugador) y por estamparte pienso en que tu club te echa por imbécil y ningún club de tu país, ni de ningún otro, vuelve a contratarte jamás. Y después, que salgas en las televisiones pidiendo perdón, y todo el mundo conozca tu historia.
Sí, puestos a soñar...
NOTA FINAL: Casi lo más triste es que el árbitro resuelva el lance con amarilla para ambos. Se lo tienen que hacer mirar.