1 de diciembre de 2022

 MARLASKA Y EL CHISTE RACISTA: 

Esto que está ocurriendo con la gestión del asalto en Melilla me recuerda a un viejo chiste racista. Una pareja de la Guardia Civil atiende un accidente de tráfico con el conductor fallecido, que ha sido decapitado y su cabeza está en el arcén. Rellenando el informe el sargento escribe "cabeza de negro..." entonces duda y pregunta "Cabo, arcén ¿se escribe con h o sin h?". "No lo sé, mi sargento". Entonces el sargento pega una patada a la cabeza y escribe "cabeza de negro en la carretera"

Las mismas sensaciones que han despertado a ti este chiste me despiertan a mí la gestión del intento de asalto. Que ahora lo importante es dónde aparecen los muertos y si es necesario, pues se les da la patada metafórica, estratégica y mediática que, por decoro y presencia de drones, no se pudo dar in situ. Aquí no estamos representando un chascarrillo, somos responsables de nuestras fronteras, no solo para protegerlas, sino, sobre todo, para proteger a los seres humanos, los que están dentro, los que quieren salir y los que quieren entrar. Y lo que ocurra en el entorno es nuestra responsabilidad, porque escurrir el bulto es paz para hoy y desgracia para mañana. Esta no asunción de responsabilidades, este no dar prioridad a lo prioritario, esta dejación voluntaria y poco humanitaria, ya os ahorro yo la auditoría externa, es una de las razones por las que, elecciones tras elecciones, el PSOE adeptos en su caladero natural de votos. Si no lo hacéis por humanidad, hacedlo por sentido común y práctico: ejerced la política desde la izquierda. 

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