17 de septiembre de 2012

MI ESTRELLA

La cantidad de artículos que me gustaría empezar con un "¿estamos tontos o qué?" Hay tantas oportunidades que estoy por crear una sección fija en el Trastero. Mi duda es si llamarla así, Estamos tontos o qué o Gilipollas sin fronteras. El snobismo humano no sabe de crisis. Me he enterado de que uno puede comprarse una estrella. De hecho un amiguito de la hija de una compañera de trabajo ya tiene la suya. Lucía orgulloso su certificado el día de su cumpleaños. Y el progenitor, autor de la proeza, se mostraba todavía más feliz. Mi hijo tiene una estrella, y el tuyo no, decía su sonrisa de timado. Al parecer basta con hacer la solicitud, pagar el dinero, y la estrella es tuya. Bueno, hay un papel que lo dice. Un papel que pasa por un registro en Estados Unidos. Así que, técnicamente no estás comprando nada plausible más allá de la imposibilidad de que otro igual de tonto que tú compre esa misma estrella que no es tuya pero que ya no puede ser de nadie más ¿No es el colmo de la tontería y la ostentación? Porque claro ¿cuando piensa el padre de la criatura engañada va a poder su hijo ir a visitar sus pertenencias? En los sesenta y setenta se compraban las parcelas en los aledaños de la urbe, pero en esas parcelas hoy hay huertos y piscinas ¿Qué va a tener tu hijo en la estrella, tonto del...? Y yo estoy por comprarme una, y luego alquilarla. Es lo lógico ¿no? si uno tiene algo que no usa, pues se alquila y se saca una renta. Ya tengo en mente el anuncio: se alquila estrella de cinco puntas en primera línea de Via Láctea, con vistas a Casiopea, sin amueblar, con mucha luz y lista para entrar a vivir...¿te interesa?

2 comentarios:

Manel Gil dijo...

Te aseguro que si haces una sección fija, tienes material para toda la vida. Sólo hay que ver la de cananles idiotas en la tele: que si teletienda, que si astrologia, que si concursos telefónicos,...

Transporte Lanzo dijo...

jaja, me hace acordar al hombre de negocios del cuarto planeta de El Principito