7 de marzo de 2012

SALVAME

Los días que pedaleo sin moverme del sitio sufro un daño colateral. Las bicicletas estáticas en mi gimnasio están frente a cuatro televisores silenciosos. En uno siempre está La 1, así que algunas veces me da por jugar a inventarme los diálogos de la telenovela de turno. En otro canal siempre deportes, así que he visto no pocos partidos de leyenda o incluso el Pressing Catch, que merecería un artículo aparte. En otro monitor suelo coincidir con una serie americana y policiaca que me ofrece poco juego. Y en el último,Tele 5 con su programa de histrionismo farandulero. Salvame Deluxe es una especie de verdulería hecha plató, donde se come, se grita, se discute y ocurren cosas tan extrañas como que un presentador con barba se meta en los baños supuestamente por sorpresa para ver porque la pseudofamosa de turno llora desconsoladamente. Todo muy predecible. Al tiempo que suceden todas estas intrascendentes historias la dirección del programa escribe textos en la pantalla, sobre lo que ocurre, sobre algo que anuncian. El último día lograron sorprenderme, textualmente ponía "si conoce algo de algún famoso llame al programa". Tuve que frotarme los ojos y me quité los auriculares, como si así pudiera ver mejor. Llegué a dejar de pedalear. Ole los cojones del programa. Ese "algo de algún" es ya rizar el rizo de la ponzoña. Ya no hace falta ni ser periodista, ni tan siquiera importa el famoso. No, basta con que haya algo de alguien ¿La verdad? Ya me imagino al director del programa buscando su significado en el diccionario, no, si ahora que lo dices la palabra me suena, pero...Es preocupante. Ya no podemos esconder el éxito de ese universo paralelo en la admiración que despiertan las deslumbrantes vidas de los que tiene yates y no trabajan. No, esto es el despelleje por el despelleje. Me avergüenza. El descenso en la categoría del famoso desnudado y la permanencia del éxito del formato, cada vez más chabacano y cutre, nos delata como país. Esto es la mierda por la mierda. A la pocilga lo que es del cerdo. Una pena.

2 comentarios:

Didac Valmon dijo...

una de las cosas que no extraño cuando me he venido a vivir a Estados Unidos, ese vocerío inconexo en el que la Esteban es centro cada dos segundos...terrible.
Eso debe quemarte bastantes calorías...cerebrales.

Larrey dijo...

Así que eres tú, Didac, mi misterioso lector americano. Que alegría ponerte cara y nombre