29 de agosto de 2011



Hoy va a ser un día de reencuentros. A lo que más miedo tenía era a toparme con aquellos aparatitos de números brillantes que debían abrirme las puertas a la vuelta al trabajo. El primero, cuadrado y sobre la mesilla de noche, será por la tensión, no lo he necesitado, porque antes de que me diera los buenos días ya estaba en la ducha. Pero a la segunda la tenía más miedo que a un nublao, y aun así, lo único que me ha evidenciado la báscula, después de dos semanas de vacaciones, es que mi teoría es cierta: ¡ la cerveza no engorda! Después han venido el resto de reencuentros: con los zapatos y los pantalones de vestir, con el kioskero que, tan deprimido como yo, volvía hoy de vacaciones; con la M30, con el programa de radio en el coche. Luego llegarán los compañeros y sus fotos y aventuras veraniegas, el reloj de espera del XP, las fórmulas de Excel, el teléfono…en fin, iremos a por un café antidepresivo para no empezar el día demasiado descafeinados.

1 comentario:

Elena dijo...

Bienvenido Wapo!! a tí y a tu gente!!. Espero todo te haya ido bien en el reencuentro. Mañana será mi turno. Bss